A medida que avanzamos en la vida, nuestros hábitos y elecciones de estilo de vida en la edad adulta temprana, incluidos aquellos que afectan la inflamación, pueden tener más influencia en la salud futura de lo que se creía.
En particular, las decisiones que tomamos durante nuestros 20 años podrían desempeñar un papel importante en nuestra agudeza mental Durante la mediana edad.
Las consecuencias ocultas de la inflamación
La obesidad, la inactividad física, las enfermedades crónicas, el estrés y el tabaquismo en nuestra juventud no sólo afectan nuestra salud física, también están relacionados con la inflamación.
Es más, un estudio reciente de Universidad de California en San Francisco Ha descubierto una conexión entre niveles más altos de inflamación en la edad adulta joven y una función cognitiva reducida en la mediana edad.
Históricamente, la investigación científica ha relacionado una mayor inflamación en los adultos mayores con demenciaSin embargo, este estudio innovador es uno de los primeros en establecer un vínculo entre la inflamación en la edad adulta temprana y las capacidades cognitivas en la mediana edad.
“La inflamación en la vejez se ha relacionado con el riesgo de demencia y el deterioro cognitivo preclínico, pero se sabe menos sobre la inflamación en la edad adulta temprana y si esto podría influir en la cognición en la mediana edad”, escribieron los investigadores.
“Nuestro objetivo era identificar los niveles de inflamación a lo largo de la edad adulta temprana y determinar la asociación de estas trayectorias con la cognición en la mediana edad”.
La lenta marcha del deterioro cognitivo
“Los cambios cerebrales que conducen a la enfermedad de Alzheimer y otras demencias pueden tardar décadas en desarrollarse”, señaló la primera autora del estudio, la Dra. Amber Bahorik, del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la UCSF.
Se sugiere que la salud y hábitos de estilo de vida Las habilidades cognitivas que se forman en la adultez temprana podrían afectar potencialmente las habilidades cognitivas en la mediana edad, lo que más tarde podría influir en la incidencia de la demencia en los años de vejez.
El estudio reveló que solo el 10% de los participantes con inflamación baja obtuvo malos resultados en pruebas que medían la velocidad de procesamiento y la memoria. En comparación, alrededor del 20% de los participantes con niveles moderados o altos de inflamación obtuvieron malos resultados en las mismas pruebas.
Incluso cuando los investigadores tuvieron en cuenta variables como la edad, la actividad física y el colesterol total, las disparidades en la velocidad de procesamiento se mantuvieron. También descubrieron diferencias en el funcionamiento ejecutivo, que incluye capacidades como la memoria de trabajo, la resolución de problemas y el control de los impulsos.
El estudio: una visión a largo plazo
El estudio siguió a 2.364 adultos en el estudio CARDIA, que se centra en identificar factores en la adultez temprana que podrían conducir a enfermedades cardiovasculares más adelante en la vida.
Los participantes tenían entre 18 y 30 años al inicio del estudio y fueron examinados cuatro veces durante un período de 18 años para detectar el marcador inflamatorio proteína C reactiva (PCR).
Sus pruebas cognitivas se realizaron cinco años después de su última medición de PCR, cuando la mayoría de los participantes tenían entre cuarenta y cincuenta años.
Los expertos concluyeron que la inflamación juega un papel importante en envejecimiento cognitivo y puede comenzar en la edad adulta temprana.
También se descubrió que niveles más altos de inflamación estaban correlacionados con la inactividad física, un IMC elevado y los hábitos de fumar actuales.
Reducir la inflamación para un futuro más saludable
El lado positivo de este estudio es el potencial de prevención. Al reducir la inflamación mediante opciones de estilo de vida más saludables, como el aumento de la actividad física y la eliminación del tabaco, las personas podrían proteger sus capacidades cognitivas en el futuro.
“Afortunadamente, existen formas de reducir la inflamación que podrían ser vías prometedoras para la prevención”, dijo la autora principal del estudio, la Dra. Kristine Yaffe, profesora de psiquiatría y ciencias del comportamiento, neurología, epidemiología y bioestadística en la UCSF.
Así que, incluso a pesar de estos hallazgos, hay esperanza para que todos envejezcamos con gracia y claridad mental al tomar decisiones conscientes en nuestra juventud.
Estimulación mental y compromiso social.
La estimulación mental y la interacción social son otros factores importantes que contribuyen a salud cognitiva como nosotros envejecemos.
Participar en actividades intelectualmente desafiantes, como aprender un nuevo idioma, resolver rompecabezas o tocar instrumentos musicales, puede mejorar la reserva cognitiva: la capacidad del cerebro para improvisar y encontrar formas alternativas de completar tareas.
El compromiso social actúa como una barrera protectora contra el deterioro cognitivo al reducir el estrés, fomentar el apoyo emocional y promover la neuroplasticidad (la capacidad del cerebro para adaptarse y reorganizarse).
Los estudios han demostrado que las personas que mantienen fuertes lazos sociales y participan en actividades comunitarias tienden a exhibir un mejor desempeño cognitivo en la mediana edad.
Por lo tanto, fomentar un estilo de vida socialmente activo y mentalmente estimulante en la edad adulta temprana podría ser un factor decisivo para mantener la salud cognitiva en años posteriores.
El estudio se publica en la revista Neurología.
—–
¿Te gusta lo que lees? Suscríbete a nuestro boletín para artículos interesantes, contenido exclusivo y las últimas actualizaciones.
Visítenos en Captura de tierrauna aplicación gratuita presentada por Eric Ralls y Earth.com.
—–