Los poderes secretos del mentol para mejorar la cognición

Imagine un futuro en el que el olor a mentol pudiera aliviar algunos de los peores síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Esto puede parecer ciencia ficción, pero nuevas investigaciones innovadoras lo están convirtiendo en una realidad potencial.

Científicos haber descubierto que cuando ratones con Alzheimer inhalaron mentol, sus capacidades cognitivas mejoraron. Este hallazgo inesperado resalta una nueva vía potencial para tratar esta condición debilitante.

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad grave. neurodegenerativo trastorno que empeora con el tiempo. Se caracteriza por cambios en el cerebro que resultan en la pérdida de neuronas y conexiones.

Afecta a cada uno de manera diferente, pero la mayoría síntomas comunes incluyen una disminución gradual de la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales y frecuentes cambios de humor. Esto puede afectar la capacidad de una persona para aprender cosas nuevas, realizar tareas diarias, reconocer a familiares y amigos y, eventualmente, vivir de forma independiente.

Cifras recientes muestran que 55 millones de personas en todo el mundo viven con la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia. Con las poblaciones de muchos países. envejeciendo rápidamentese espera que este número aumente.

Cada año se producen 10 millones de nuevos casos de Alzheimer y demencia: un nuevo caso cada 3,2 segundos. Esto ha llevado a los expertos a estimar que más de 150 millones de personas padecerán la enfermedad en 2050. En cualquier caso, el Alzheimer es uno de los mayores desafíos que enfrenta la salud pública en el siglo XXI.

Afortunadamente, los científicos ahora están trabajando en los llamados “modificador de enfermedades” medicamentos que pueden retardar o potencialmente curar el Alzheimer. La mayoría de los tratamientos actuales simplemente controlan los síntomas.

De ratones y mentol

En el nuevo estudio mencionado anteriormente, los investigadores se propusieron examinar las interacciones entre los olfativo, inmune y sistemas nerviosos centrales. en su estudio previo Descubrieron que la exposición repetida al mentol mejoraba la respuesta inmune en ratones. Aquí, el equipo se centró en si también podría mejorar sus capacidades cognitivas.

Durante este estudio, ratones que fueron modificados genéticamente para presentar Alzheimer fueron expuestos repetidamente al mentol durante seis meses. Los investigadores analizaron su respuesta inmune y capacidad cognitiva y los compararon con ratones sanos. Sorprendentemente, los ratones con Alzheimer mostraron una mejora significativa después de exposiciones breves a la sustancia con olor a menta.

En concreto, el mentol ayuda a regular el sistema inmunológico, prevenir el deterioro cognitivo y mejorar la memoria y la capacidad de aprendizaje.

Los investigadores descubrieron que reducía los niveles de interleucina-1 beta, una proteína relacionada con problemas de memoria en la enfermedad de Alzheimer. Esta proteína, o “citocina” Provoca inflamación en el cerebro, lo que puede dañar la función cognitiva. Reducir la interleucina-1 beta puede ayudar a reducir esta inflamación y prevenir un mayor deterioro cognitivo.

También se descubrió que el mentol imita los efectos de reducir artificialmente Células T reguladoras — células inmunes que ayudan a controlar la inflamación y mantener el sistema inmunológico equilibrado. Este hallazgo sugiere una posible vía de tratamiento para afecciones como el Alzheimer y resalta el potencial de que determinados olores se utilicen como terapias.

Investigación previa ha establecido vínculos entre los olores y nuestro sistema inmunológico y nervioso, y ya sabemos que Los olores pueden influir en nuestra cognición.. Por ejemplo, desencadenando emociones y recuerdos.

Además, ahora se sabe que determinadas enfermedades relacionadas con el sistema nervioso central (por ejemplo, el Alzheimer, Parkinsony esquizofrenia — a veces vienen con pérdida del olfato. Si bien las complejidades de estas relaciones aún no están claras, esta nueva investigación agrega algunos datos prometedores que nos ayudarán a comprenderlas mejor.

Estos resultados se basan en observaciones iniciales de ratones de laboratorio y, por lo tanto, no pueden generalizarse a pacientes humanos con Alzheimer. No sólo nuestros cerebros están conectados de manera diferente a los de los ratones, sino que no está claro en qué pueden diferir nuestros sistemas olfativos o nuestra percepción de los olores. Sin embargo, hasta que se estudien los efectos del mentol utilizando una muestra humana, este es un primer paso crucial hacia el desarrollo de una mayor comprensión de cómo tratar la enfermedad.

Se necesitan más investigaciones para investigar el vínculo entre el Alzheimer y el olfato, y esto podría conducir a algunas técnicas interesantes. Por ejemplo, usando entrenamiento del olfato como tratamiento para controlar o incluso retrasar la aparición del Alzheimer.

Por ahora, sin embargo, esta investigación nos proporciona algunos hallazgos interesantes sobre la relación entre el sistema inmunológico y la función cerebral y esperanza para los afectados por esta enfermedad.

Este artículo fue publicado originalmente en La conversación por Emily Spencer en Universidad Napier de Edimburgo. Leer el artículo original aquí.

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