La mujer anónima de Nueva Zelanda testificó ante el Tribunal de Controversias que había celebrado un “contrato verbal” con su pareja según el cual él la llevaría al aeropuerto y cuidaría de sus perros.
Luego de que su novio de seis años y medio se negara a acompañarla al aeropuerto para un vuelo que ella finalmente perdió, una joven decidió llevar al hombre a los tribunales en un intento de recuperar parte del dinero del viaje.
La mujer anónima de Nueva Zelanda testificó ante el Tribunal de Controversias que había celebrado un “contrato verbal” con su pareja que la llevaría al aeropuerto y cuidaría de sus perros. Ella se dirigía al aeropuerto para tomar un vuelo y ver un concierto en el extranjero cuando se dio cuenta de que su novio no iba a cumplir su parte del desafortunado trato.
La mujer se quejó ante el tribunal de haber incurrido en gastos considerables al tener que añadir un día más de viaje, organizar un transporte al aeropuerto y poner a sus perros en una perrera. También pagó billetes de ferry para que ella y su novio fueran de vacaciones en horarios separados para visitar a sus hijos, y argumentó que se le debería reembolsar el coste del billete.
Sin embargo, la demanda fue desestimada y la árbitro del tribunal, Krysia Cowie, afirmó que para que un acuerdo fuera ejecutable, tenía que haber la intención de crear una “relación legalmente vinculante”.
De hecho, Cowie se pronunció en contra de la novia despreciada y argumentó que estas promesas fueron “intercambiadas como un toma y daca normal en una relación íntima”. No había “nada que indicara una intención entre las partes” de que el novio de la mujer estuviera obligado a cumplir sus promesas.
“Los socios, amigos y colegas hacen arreglos sociales, pero es poco probable que puedan hacerse cumplir legalmente a menos que las partes realicen algún acto que demuestre la intención de estar sujetos a sus promesas”, escribió el árbitro. “Cuando los amigos no cumplen sus promesas, la otra persona puede sufrir una consecuencia financiera, pero es posible que no pueda ser compensada por esa pérdida.
Cowie continuó: “Hay muchos ejemplos de amigos que han decepcionado a sus amigos, sin embargo, los tribunales han sostenido que es una pérdida no recuperable a menos que la promesa vaya más allá de ser un favor entre amigos y se convierta en una promesa que pretenden ser. obligado por. (…) Aunque se hizo una promesa, no llega a ser un contrato. Forma parte de los acuerdos cotidianos de relaciones familiares y domésticas que no son ejecutables en el tribunal de disputas”.
Probablemente no debería hacer falta decir que la pareja se separó desde el incidente y la posterior disputa legal.
De acuerdo a El guardiánEl ex novio envió un correo electrónico diciendo que no asistiría a la audiencia del tribunal y no respondió a una llamada de seguimiento del árbitro del tribunal.