Nuestra desagradable realidad privatizada
Hamilton Nolan, Todos al molinillo:
Los niños ricos deberían ir a escuelas públicas. El alcalde debería ir en metro al trabajo. Cuando los ricos enferman, deberían ser enviados a hospitales públicos. Los ejecutivos de negocios deberían tener que permanecer en las mismas filas de seguridad del aeropuerto que todos los demás. El hecho mismo de que la gente quiera comprar su salida de todas estas experiencias indica la razón por la que no deberían poder hacerlo. Las escuelas privadas, las limusinas privadas, los médicos privados y la seguridad privada son válvulas de liberación de presión que eliminan la fricción que haría que personas poderosas pidieran que todas estas cosas malas mejoraran. El grado en que permitimos que los ricos se aíslen de la realidad desagradable que otros se ven obligados a experimentar está directamente relacionado con cuánto tiempo se permite que esa realidad siga siendo desagradable. Cuando no les quede otra opción, los ricos forzarán mejoras en los sistemas públicos. Su espíritu público será infinitamente menos urgente cuando contemplen estas cosas desde lejos que cuando ellos mismos estén sentados en una calurosa sala de espera de urgencias durante seis horas.
Véase también Ranjan Roy La dulce ecologización de la sociedad y el de Tom Junod El escándalo de los parques acuáticos y dos Estados Unidos en la ruina: ¿somos una nación que se salta la línea o somos la línea? sobre la introducción de un pase sin colas en un parque acuático:
No sería tan malo si la línea todavía se moviera. Pero no es así. Se detiene cada vez que un grupo de personas con Flash Passes pasa al frente. Antes se podían hacer, digamos, tres o cuatro paseos en bicicleta por hora, incluso en los días más concurridos. Ahora sigue uno o dos. Después de cuatro horas en Whitewater el otro día, mi hija y yo habíamos ido a cinco. Por lo tanto, no se trata sólo de que algunas personas puedan permitirse el lujo de pagar por una experiencia mejorada. Es que tu experiencia, aquello por lo que has pagado el precio completo, se ha devaluado. La experiencia de la línea se convierte en una humillación infernal; y la experiencia de evitar la cola se convierte en la única forma de disfrutar del parque acuático.
Y esta cita del exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa:
Una ciudad avanzada no es aquella en la que incluso los pobres utilizan el coche, sino una en la que incluso los ricos utilizan el transporte público.