Olvídate de los pinceles, Daniel Eatock pinta con rodillos

“Un cuadro es a menudo un intento de pintar la ilusión de las tres dimensiones, ya sea una naturaleza muerta o algo abstracto. Profundidad, espacio, una ventana al mundo… Las pinturas del rodillo “Las obras están hechas para romper esta ilusión, son muy planas”, explica Daniel Eatock a It's Nice That. Un poco como la masa o la repostería, las obras del artista se extienden planas a partir de manchas de pintura de colores, una serie de formas abstractas y estiradas que surgen del acto. “Los colores chocan con el movimiento del rodillo y la acción crea la composición utilizando la ubicación de la aplicación de las pinturas como puntos de partida”, explica Daniel. En lugar de pintor, a Daniel le gusta referirse a sí mismo como un “facilitador” en la creación de sus obras de arte planas, ya que en el acto de extender el rodillo está “permitiendo que surja lo que está destinado a surgir”.

Una progresión natural del proceso inventivo de su Impresiones con punta de fieltroEstas pinturas abstractas tratan tanto del acto de pintar en sí como del resultado. Las piezas en las que dos mitades de sus composiciones abstractas se derraman en una línea central del horizonte son el resultado de una observación que Daniel hizo de una pila de hojas secantes en su estudio, que estaba usando para eliminar el exceso de pintura de sus paneles de madera con el fin de lograr su efecto limpio y plano. Estos restos combinaban “formas enrolladas y colores que se superponían al azar” y al instante supo que quería hacer algo con este subproducto de su proceso, “algo así como hacer una comida combinando restos de comida”, dice. Al unir las hojas con collage, en estas obras Daniel está “buscando momentos de serendipia, alineación y armonía, intentando comprender la naturaleza fluida del color y su relación con la forma”.

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