Originaria del sur y sudeste de Asia, la especie de ave Ploceus filipino, más conocido como tejedor de baya, recibe ese nombre por sus nidos únicos, que a menudo cuelgan de las palmeras sobre los cuerpos de agua. Para crearlos, los machos de la especie, identificables por sus plumas de color amarillo brillante, cosen hierba, hojas y ramitas. Luego, las hembras asumen tareas de inspección, hurgando en la estructura para encontrar vulnerabilidades y solo emparejándose con el macho si su trabajo está a la altura. Este breve vídeo condensa aproximadamente 18 días de trabajo meticuloso en tres minutos y medio y captura a uno de los constructores más hábiles e inteligentes del mundo tejiendo una estructura que espera impresionar a un compañero.
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