Rodrigo Oñate, alias rocócombina los lenguajes visuales del graffiti, los cómics y la cultura pop en sus enérgicas pinturas. Dividiendo su tiempo entre Chicago y Querétaro, México, el artista trabaja en paredes y lienzos, mezclando una ráfaga de personajes junto con patrones simples, garabatos y algún que otro detalle surrealista, como una mano enguantada con un ojo incrustado.
Roco describe su proceso como completamente intuitivo y casi como un graffiti. “Le tiro unas líneas y a partir de ahí. Empiezo a escenificar personajes y elementos agregando texturas y formas intrincadas”, dice. “Me gusta el movimiento y las formas fluidas, (y también) siempre busco un buen equilibrio de color y textura en la composición”.
Varios personajes de dibujos animados se repiten a lo largo de las animadas obras y, a menudo, surgen de conexiones personales. Los pájaros, por ejemplo, provienen de la madre de Roco diciéndole que los animales que acudían en masa al jardín familiar eran ancestros que visitaban otro reino, mientras que los perros imitan a sus tres perros.
Otras criaturas tienen un simbolismo más amplio, como los jaguares y los grandes felinos que recuerdan a los guías espirituales de la mitología mexicana. ¿Y los primates? Se incluyen porque aportan una sensación de juego y alegría, los dos sentimientos que el artista espera transmitir con cada obra.
Impresiones y otros productos están disponibles en la tienda de rocoy puedes encontrar más en Instagram.
