Poco a poco estoy aprendiendo que las personas adecuadas siempre se quedan. No se van cuando las cosas se ponen difíciles, inventando excusa tras excusa hasta que gradualmente se desvanecen de mi vida. Más bien, tienen espacio para mí. Ellos me eligen. Aparecen. Me apoyan en todo lo que pueden, aunque a veces sea un simple mensaje de texto para hacerme saber que están pensando en mí o en una botella de vino un martes por la tarde.
Poco a poco estoy aprendiendo a dejar de lado las opiniones de aquellos que no pudieron amarme. Me estoy dando cuenta de que su percepción de mí no me define de ninguna manera, y todavía valgo mucho incluso si no lo vieron. En algún momento del camino aprendí que tenía que luchar por la aprobación, por el afecto. Ahora estoy empezando a entender que este no es el caso. Poco a poco estoy aprendiendo que cualquier persona que me haga sentir que tengo que conquistarlos está destinada a estar en mi vida.
Poco a poco estoy aprendiendo que no todo el mundo está destinado a estar en mi vida para siempre. Me siento cada vez más cómodo con el hecho de que algunas personas simplemente están de paso. A veces son un baile lento en un bar, una cita que me habló de un libro que ahora amo, un ex mejor amigo que me enseñó a defenderme. Poco a poco estoy aprendiendo a apreciar las lecciones y a estar agradecido por haber tenido la oportunidad de aprender.
Poco a poco estoy aprendiendo que mi círculo se hará más pequeño cuando me presente como realmente soy. Estoy empezando a acoger con agrado ese cambio. Preferiré la calidad a la cantidad. Ya no forzaré la conexión. Seré valiente al pedir lo que necesito y aceptaré con gracia cuando otra persona no pueda o no quiera hacerlo. Los dejaré ir y me centraré en los que hacer quieres estar ahí para mí.
Poco a poco estoy aprendiendo que no tengo que doblarme hasta romperme por aquellos que no se moverían ni un centímetro por mí. Estoy asumiendo el hecho de que no tengo que ser útil para ser amado. Que las personas adecuadas me harán sentir seguro y bienvenido tal como soy, no por lo que pueda hacer por ellos.
Poco a poco estoy aprendiendo que no soy para todos y que no todos son para mí. Prestaré mucha atención a cómo me hacen sentir los demás cuando esté con ellos y después. Ya no ignoraré mis instintos, los escucharé incluso si no entiendo completamente lo que intenta decirme sobre alguien en un momento dado. Un día sé que lo haré.
Pero lo más importante es que poco a poco estoy aprendiendo a mirar a mi alrededor, no detrás de mí. Estoy rodeada de mucho amor y también tengo mucho amor para devolver. Ya terminé de perseguir a aquellos que no quieren ser atrapados. En cambio, disfrutaré de la compañía de quienes están aquí. Los que se quedaron. Hay una razón por la que lo hicieron, y es porque están destinados a estar aquí. No se puede discutir con el destino.
Así que gracias a los que se han quedado y gracias a los que se han ido. Ambos habéis hecho mi vida mucho mejor.