Lawrence comenzó con un folleto para servicios de limpieza, que tuvo una gran recepción por parte de la propia limpiadora, y desde entonces ha rediseñado folletos para un manitas, un paseador de perros, un hombre con una camioneta, un tutor de matemáticas, un profesor de violín, un instructor de fitness y un club de bolos sobre césped. Con cada rediseño, filma el proceso de encontrar el folleto, llevarlo a casa, rehacerlo y finalmente contactar al creador para preguntarle si puede colgarlo. Dice que el proceso creativo a menudo implica “simplificar el (diseño) tanto como sea posible”. Continúa: “Soy bueno en eso debido a mi trabajo en publicidad: hacer que el mensaje sea lo más claro y conciso posible. Intento dibujar algo que sea divertido de ver y que resuma el negocio. Normalmente con un personaje con el que la gente pueda interactuar”.
Como era de esperar, muchos de los originales que publicaron carteles están sorprendidos por el rediseño gratuito y agradecidos por los esfuerzos de Lawrence. Explica que esto es lo mejor del proyecto: revelar el nuevo diseño al propietario: “Comparto la obra de arte con ellos porque me encanta iniciar una conversación con alguien con quien normalmente no tendría contacto”, señala. “Cada conversación y respuesta es diferente, lo cual es emocionante. A la mayoría de las personas les encanta, quieren usar la imagen para su negocio y están agradecidas por la ayuda”.
