MADISON, NJ (AP) — El lugar donde vive Finlee es bastante agradable: está limpio, lo alimentan y lo cuidan bien y siempre hay gente que lo acaricia y lo rasca.
Pero sigue siendo un refugio de animales en Nueva Jersey.
Sin embargo, más allá de sus muros hay un mundo grande, amplio y maravilloso, lleno de olores inexplicables e inexplorados, montones de hojas para hurgar, hierba húmeda para refrescar las patas… ¡y ardillas!
Finlee, un mestizo de perro de boca negra de un año, puede experimentar ese mundo con cierta regularidad gracias a un programa del Centro de Bienestar Animal de St. Hubert que permite a los voluntarios llevar a los perros a excursiones escolares. Van a lugares como un parque, la playa, un lago para nadar, un hotel que admita mascotas para una escapada de fin de semana o incluso un viaje a Starbucks, que sirve tazas de crema batida llamadas “Puppucinos” a los perros que traen a sus dueños.
“Esto permite que los perros salgan del refugio durante unas horas”, dijo Sarah Sangree, directora de participación comunitaria en St. Hubert's, que forma parte de Humane Rescue Alliance y acoge y cuida a animales de todas partes mientras busca hogares permanentes para ellos. “Las perreras son un lugar estresante”.
Ella dijo que los perros que salen del refugio, incluso por dos o tres días, muestran reducciones notables en el estrés, medido por sus niveles de cortisol. A nivel nacional, dijo, los perros que van de excursión pueden tener cinco veces más probabilidades de ser adoptados que los que no lo hacen.
“Es enormemente beneficioso para los perros”, dijo.
El programa de excursiones es especialmente popular entre las personas que aman a los perros pero viven en lugares donde no se permiten mascotas.
“La gente puede llevarlos de excursión o de paseo”, dijo Sangree. “A veces, la gente se lleva a un perro a su casa durante unas horas y simplemente lo deja relajarse”.
Viajes como este se ofrecen en refugios de todo el país.
La SPCA de East Bay, en Oakland, California, enviará 350 perros en excursiones de un día este año. Joseph Romero, un gerente del grupo, dijo que muchos de los perros que salen de excursión terminan siendo adoptados y llevan vidas más felices y estables.
“Muchos de ellos llegan aquí sin haber tenido una vida familiar maravillosa”, dijo.
Muchos refugios piden a los voluntarios que completen una breve ficha de calificaciones sobre los perros que salen de excursión. Es una fuente invaluable de información sobre aspectos como qué tan bien se comportan en los viajes en automóvil, cómo se encuentran con otros perros o cómo se comportan con los niños.
“Como la mayoría de los refugios en todo el país, casi siempre estamos cerca o al límite de nuestra capacidad, y tenemos una lista de espera de dueños de mascotas que buscan entregar sus animales al refugio”, dijo Leslie Wall, subdirectora de Everett Animal Services en el estado de Washington.
Comenzó un programa de excursiones de un día llamado “Wandering Rover” el 17 de julio y colocó cuatro perros con familias adoptivas en los primeros cuatro días que funcionó.
Además de los parques y senderos a lo largo de la costa, los perros que hacen excursiones durante el día en Everett pueden visitar microcervecerías y cafeterías que admiten mascotas. En otras ocasiones, los adultos mayores que solo quieren un poco de compañía se llevan a un perro por la tarde.
St. Hubert's en Nueva Jersey ha enviado 500 perros en excursiones de un día este año, con el objetivo de llegar a 1.000 para fin de año.
Además de animar a los perros, es una forma ingeniosa de despertar el interés de la gente por adoptar a los animales. El refugio facilita 2.300 adopciones al año y al menos la mitad de esos animales han pasado al menos un día de excursión con un voluntario, dijo Sangree.
Finlee llegó a St. Hubert's desde Cara's House, un refugio asociado en Sorrento, Louisiana. Fue adoptado el 1 de julio de 2023, pero la salud del dueño se deterioró y Finlee regresó a St. Hubert's el 23 de mayo. Le gusta perseguir pelotas de tenis, es extremadamente curioso y le encanta que le rasquen la espalda.
Hace poco, Dennis y Diane Meyer, una pareja amante de los animales de Warren, Nueva Jersey, que perdió a su propio perro hace tres años, lo visitaron por un día. Están pensando en adoptar uno, pero aún no están del todo preparados debido a sus horarios. Sacar a pasear a un perro durante dos horas y media cada semana ayuda a llenar el vacío de no tener uno en casa.
Llevaron a Finlee a un parque cerca del refugio, donde olfateó todo lo que se encontraba a su alcance con su nariz húmeda y negra. Una planta caída le resultó de particular interés, pero también, aparentemente, cada brizna de hierba a lo largo del sendero que atravesaba el parque.
Después de un paseo, los Meyers y Finlee descansaron en un banco del parque. Le dieron agua y golosinas para perros, y él les dio muchos besos.
“Nos encanta hacerlo”, dijo Dennis Meyer. “¡Esto te hace sentir bien, con todos esos besos que me acaba de dar!”
“Somos amantes de los animales y nos encanta ayudar a los animales, y ellos nos ayudan”, agregó Diane Meyer.
