El gobierno metropolitano de Tokio lanzará una aplicación de citas de pago este verano, que exigirá a los usuarios que presenten pruebas legales de su soltería, así como un compromiso firmado de matrimonio.
En una medida sin precedentes, el Tokio El gobierno está listo para lanzar una aplicación de citas oficial destinada a abordar JapónLa alarmante disminución de las tasas de matrimonio y natalidad. La iniciativa, una primicia mundial, está diseñada para impulsar a los casi 70 por ciento de individuos solteros que expresan su deseo de casarse pero permanecen inactivos en la búsqueda de pareja. Esta medida es parte de una estrategia más amplia para abordar lo que el Primer Ministro Fumio Kishida ha llamado la “crisis más grave que enfrenta nuestro país”.
A diferencia de las aplicaciones de citas convencionales, el gobierno metropolitano de Tokio anunció a principios de este mes que su aplicación de citas de pago se lanzará este verano. Los usuarios deberán someterse a un riguroso proceso de registro, presentar documentación para verificar su estado de soltería legal y firmar una carta confirmando su intención de casarse.
En un esfuerzo por fomentar la transparencia y la confianza, la aplicación también requerirá que los usuarios revelen 15 datos personales como altura, ocupación, antecedentes educativos e incluso un certificado fiscal que verifique los ingresos anuales. Leíste bien: no solo tienes que preocuparte por a quién deslizar el dedo, ¡ahora también debes hacerlo según las declaraciones de impuestos verificadas!
La aplicación, financiada con un Inversión de $1,28 millones, está previsto su lanzamiento en verano en medio de una crisis demográfica cada vez más profunda. La tasa de natalidad de Japón se ha desplomado por octavo año consecutivo, alcanzando apenas 758.631 nacimientos en 2023, una caída del 5 por ciento respecto al año anterior. La nación ahora enfrenta la cruda realidad de tener más del doble de muertes que nacimientos, lo que la convierte en una de las sociedades más antiguas del mundo. Proyecciones del Instituto Nacional de Investigaciones sobre Población y Seguridad Social pronostican una disminución de la población del 30 por ciento, reduciendo la cifra a 87 millones para 2070.
Las encuestas revelan que muchos japoneses jóvenes son reacios a casarse o formar una familia, citando perspectivas laborales sombrías, un alto costo de vida que supera el crecimiento salarial y culturas corporativas rígidas que dificultan que ambos padres trabajen. Además, las actitudes sociales hacia los niños son cada vez más negativas: los bebés que lloran y los niños que juegan a menudo se consideran una molestia. Este entorno hace que muchos padres jóvenes se sientan aislados y sin apoyo.
Hablando a El Asahi Shimbun, explicó un funcionario del gobierno de Tokio: “Si hay muchas personas interesadas en casarse pero no pueden encontrar pareja, queremos brindarles apoyo. Esperamos que esta aplicación, con su asociación con el gobierno, proporcione una sensación de seguridad y anime a quienes han dudado en utilizar aplicaciones tradicionales a dar el primer paso en la búsqueda de un socio”.
Esta iniciativa, aunque recuerda a un entorno de emparejamiento distópico y controlado, refleja los graves desafíos demográficos que enfrenta Japón actualmente. Subraya una cruda realidad: en la batalla contra la disminución de la población, las medidas no convencionales y quizás controvertidas pueden convertirse en la nueva normalidad.