Una nueva extremidad biónica controlada por el cerebro tiene la capacidad de ayudar a las personas con amputaciones de piernas a sortear obstáculos con mayor facilidad y caminar más rápido, según un nuevo estudio publicado en la revista Medicina natural muestra. Este logro científico permite al usuario flexionar, apuntar y rotar la pierna protésica solo con el pensamiento.
La tecnología permitirá a los usuarios caminar con mayor facilidad sobre superficies irregulares y realizar movimientos más complejos. “No solo podrán caminar sobre una superficie plana, sino que también podrán hacer senderismo o bailar porque tendrán un control total sobre sus movimientos”, dijo el autor principal. Hugh Herrcodirector del Centro Yang de Biónica del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), dijo El guardiánHerr es un doble amputado que perdió ambas piernas por congelación durante una expedición de escalada en roca en 1982.
Herr y su equipo trabajaron con un total de 14 participantes. La mitad utilizó la pierna biónica mientras que la otra mitad tuvo amputaciones tradicionales. La instalación del dispositivo biónico requiere que los pacientes se sometan a un nuevo tipo de cirugía de amputación por debajo de la rodilla llamada interfaz mioneural agonista-antagonista (AMI) que busca replicar las relaciones musculares naturales. Los músculos trabajan en pares. El músculo agonista se contrae mientras que el músculo antagonista se alarga. Esta cirugía ayuda a restablecer esta conexión entre el sistema nervioso y la pierna biónica para replicar esta relación.
La amputación tradicional de la pierna corta conexiones musculares cruciales en el lugar de la amputación, mientras que la amputación AMI las vuelve a conectar. Los pacientes del grupo experimental informaron menos dolor y menos atrofia muscular después de este nuevo procedimiento, que está destinado a ayudar a reproducir la retroalimentación muscular en miembros intactos. También experimentaron menos dolor de miembro fantasma, o malestar en un miembro que ya no está presente.
La extremidad biónica estaba compuesta por un tobillo protésico, una herramienta que mide la actividad eléctrica del movimiento muscular y electrodos en la piel. El cerebro envía impulsos eléctricos a los músculos, lo que hace que se contraigan. Estas contracciones crean nuevas señales eléctricas, que los electrodos detectan. Los electrodos envían estos impulsos a pequeñas computadoras en la prótesis, que transforman las señales en fuerza y movimiento.
La participante Amy Pietrafitta, que recibió la extremidad biónica, dijo al El Correo de Washington cómo este proceso le devolvió la capacidad de realizar ciertos movimientos de baile. “Poder tener ese tipo de flexión lo hizo mucho más real”, dijo Pietrafitta. dicho“Parecía que todo estaba allí”.