Walter White no fue el villano de 'Breaking Bad'… fue su trágica víctima

Creado por Vince Gilligan, Breaking Bad Se podría decir que es el mejor programa de televisión de todos los tiempos. La historia sigue al profesor de química Walter White (Bryan Cranston), quien, después de que le diagnosticaran cáncer de pulmón, decide cocinar y vender metanfetamina con su ex alumno, Jesse Pinkman (Aaron Paul). Todo el proyecto comienza como un intento desesperado por asegurar el futuro financiero de su esposa, Skyler (Anna Gunn), su hijo, Walter White Jr. (RJ Mitte), y su hija pequeña, Holly.

En apariencia, el drama criminal de cinco temporadas narra la transformación de Walter en el infame cocinero de metanfetamina azul que usa el alias de Heisenberg y su descenso al submundo criminal. Pero si lo analizamos más de cerca, la serie es en realidad una exploración de hasta qué punto se puede presionar a una persona inherentemente buena, tranquila e inteligente antes de que se vuelva loca. Parafraseando a Jesse, “alguien heterosexual no va a volverse malo de repente”.

La familia de Walter no lo apreciaba

La primera temporada comienza con la crónica de la vida cotidiana de Walter en Albuquerque, Nuevo México. Su trabajo como profesor de química no es nada satisfactorio, sobre todo porque los chicos de su clase se niegan a prestarle atención. Para llegar a fin de mes, Walter tiene un segundo empleo en un lavadero de coches local, donde su jefe le obliga a hacer tareas menores para las que no fue contratado. La situación en casa no es mucho mejor. Su mujer embarazada, Skyler, siempre se queja de algo y habla con Walter de forma degradante.

Su hijo adolescente Walter Jr., que tiene parálisis cerebral, idolatra a su tío, el agente de la DEA Hank Schrader (Dean Norris), y considera a su padre como el segundo mejor. Esto se evidencia cuando el adolescente es arrestado por intentar comprar alcohol con sus amigos. En lugar de llamar a su verdadero padre, Walter Jr. llama a Hank y finge ser su padre. Incluso durante su fiesta de cumpleaños número 50, Walter se convierte en un personaje secundario para su esposa y su hermana, Marie Schrader (Betsy Brandt), y Hank ocupa el centro del escenario en su última redada antidrogas.

El diagnóstico del cáncer

Después de que le diagnosticaran cáncer, Walter decide mantener en secreto su enfermedad mientras reflexiona sobre sus opciones de vida. Más tarde acepta la oferta de Hank de ir con él en una redada de drogas, en la que planea reclutar a un compañero. Walter, que ve a Jesse huyendo de la escena, se encuentra con él más tarde esa noche y lo chantajea para que se asocie con él y cocine metanfetamina. Jesse, que inicialmente no estaba dispuesto, se complace con el acuerdo una vez que ve que el nivel de pureza del producto de Walter es extremadamente alto.

Mientras tanto, la familia de Walter finalmente se entera de su diagnóstico de cáncer. Su decisión de no someterse a quimioterapia se enfrenta a la ira y la frustración en lugar del amor y el apoyo que necesita. Skyler se vuelve insoportable y critica a Walter por su elección porque solo piensa en sí misma. Walter Jr. no es diferente y recurre a llamar cobarde a su padre durante una intervención familiar, en la que participan Hank y Marie, quienes, después de escuchar a su cuñado, parecen apoyar su elección.

Una víctima de las circunstancias

Walter finalmente cede y va a ver a un oncólogo que lo somete a un tratamiento agresivo de quimioterapia. Al mismo tiempo, Jesse decide hacer crecer su negocio de medicamentos mostrando su producto a los distribuidores Domingo “Krazy-8” Molina y Emilio, quienes exigen ver cómo se elabora. Atrapado en su primera situación imposible, Walter finge cocinar pero crea un gas tóxico de fosfina, que mata a Emilio e incapacita a Krazy-8, a quien finalmente matan en la casa de Jesse.

Aunque la mayoría de la gente ve esto como la historia del origen de un despiadado capo de la droga, fueron las decisiones de Jesse las que convirtieron su operación en un caos violento. Cuando la pareja finalmente llegó a un acuerdo con Gus Fring (Giancarlo Esposito), Jesse, debido a su falta de profesionalismo y moderación, fue la razón por la que su asociación terminó con Fring muriendo en una explosión en un asilo de ancianos. Todo lo que sucedió después de eso estuvo casi siempre fuera del control de Walter.

Los verdaderos monstruos

A lo largo de la serie, la mandona Skyler se va retrayendo poco a poco tras darse cuenta de que su marido ya no puede ser avasallado. Sin embargo, su supuesto miedo no le impide blanquear dinero o entregarle la mayor parte a su jefe, con quien mantenía una aventura. Walter Jr. también consigue que todos lo llamen Flynn porque, por alguna razón, ya no quiere compartir el nombre con su padre. A medida que su vida personal se desmorona, a pesar de sus mejores esfuerzos, Walter se involucra más en su negocio de drogas.

Durante la segunda mitad de la quinta temporada, Hank finalmente se da cuenta de que Walter es Heisenberg. Como no tiene pruebas reales, Hank intenta obligar a Skyler a que se delate a su marido. Cuando eso no funciona, Marie habla con su hermana e intenta secuestrar a Holly. Hank es implacable en su búsqueda de pruebas y deja muy claro que no le importa que Walter sea familia. Esto es un marcado contraste con Walter, que incluso mató para proteger a su cuñado.

El punto de quiebre

El mayor punto de quiebre de Walter llega cuando se da cuenta de que Jesse se ha vuelto contra él. Decide entregarse. Pero las cosas se tuercen cuando Jack y otros miembros de la Hermandad Aria aparecen y matan a Hank a pesar de que Walter les pide que no lo hagan. Queda destrozado cuando regresa a casa y descubre que Skyler y Flynn creen que él es directamente responsable de matar a Hank. Su esposa lo ataca y lo hiere con un cuchillo, pero su hijo llama a la policía y miente diciendo que fue Walter quien atacó a Skylar.

Walter finalmente abandona su hogar con la intención de desaparecer. Si bien podría haber vivido el resto de sus días en paz, decide vengar a Hank y rescatar a Jesse. Walt organiza una reunión con Jack y sus hombres, a quienes mata con una ametralladora operada a distancia. Walt le pide a Jesse que lo mate, pero Jesse se niega y le dice a Walt que lo haga él mismo si quiere morir. Comparten una última mirada antes de que Jesse se vaya. Walt, la víctima trágica de la serie, admira el laboratorio de metanfetamina de Jack antes de morir a causa de sus heridas.



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