Boeing está realizando recortes de gastos inmediatos y dice que podría despedir personal temporalmente, mientras enfrenta una huelga de más de 30.000 trabajadores en Estados Unidos.
Los recortes incluyen una congelación de las contrataciones, “reducciones significativas” del gasto en proveedores y una prohibición de viajes no esenciales y de primera clase y clase ejecutiva, incluso para altos ejecutivos.
Boeing dijo que las medidas tenían como objetivo preservar el efectivo durante el estancamiento de la acción industrial que, según advirtieron los ejecutivos, empeorará el ya peligroso estado financiero de la empresa.
“Nuestro negocio está atravesando un período difícil”, escribió el director financiero Brian West en una carta al personal.
“Esta huelga pone en peligro nuestra recuperación de manera significativa y debemos tomar las medidas necesarias para preservar el efectivo y salvaguardar nuestro futuro compartido”, añadió.
La huelga en Boeing comenzó el viernes, horas después de que los trabajadores del estado de Washington y Oregón rechazaran una nueva oferta de contrato de cuatro años.
El acuerdo propuesto prometía un aumento salarial del 25% durante cuatro años y mejoras en los términos y condiciones, y había sido recomendado a la fuerza laboral por los líderes sindicales.
La propia Boeing calificó la oferta de “histórica”, pero el acuerdo fue rechazado abrumadoramente por los empleados.
Según el sindicato, las conversaciones se reanudarán el martes.
Mientras tanto, las fábricas que construyen el 737 Max, el 777 y el carguero 767 se han visto afectadas por las huelgas.
Boeing dijo que había pedido a los proveedores que detuvieran los envíos de la mayoría de las piezas para esos aviones, suspendido el gasto de capital no esencial y congelado el gasto en consultores.
La empresa, que emplea a más de 170.000 personas, la mayoría de las cuales tienen su base en Estados Unidos, dijo que también estaba “considerando la difícil medida de suspender temporalmente a muchos empleados, gerentes y ejecutivos en las próximas semanas”.
La última huelga en Boeing en 2008 duró unas ocho semanas.
Boeing ha dicho que el impacto de la huelga dependerá de su duración, pero los analistas esperan que le cueste a la empresa millones de dólares.
Las principales agencias de calificación han advertido que el enfrentamiento podría llevar a una rebaja de la calificación crediticia de Boeing, lo que haría más costoso para la empresa pedir préstamos.
La empresa ya estaba lidiando con pérdidas históricas, ya que la producción se ha desacelerado como respuesta a las preocupaciones sobre la calidad de su fabricación.