Boeing planea congelar las contrataciones y reducir los viajes y está considerando despidos temporales para ahorrar dinero durante una huelga de trabajadores de fábrica que comenzó la semana pasada, dijo la compañía a los empleados el lunes.
La compañía dijo que las medidas, que incluyen una reducción del gasto en proveedores, eran necesarias porque “nuestro negocio está atravesando un período difícil”.
El director financiero Brian West detalló 10 recortes inmediatos en un memorando a los empleados. Entre ellos, se incluyen la congelación de contrataciones en todos los niveles, la suspensión de los aumentos salariales para los gerentes y ejecutivos que obtengan ascensos y la suspensión de todos los viajes que no sean esenciales.
“También estamos considerando la difícil medida de suspender temporalmente a muchos empleados, gerentes y ejecutivos en las próximas semanas”, dijo West.
“El negocio de Boeing está en una situación difícil”, dijo, y agregó: “Esta huelga pone en peligro nuestra recuperación de manera significativa”.
Unos 33.000 trabajadores representados por la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales iniciaron una huelga el viernes por la mañana. La huelga se produjo después de que los trabajadores rechazaran una oferta de un aumento salarial del 25% en cuatro años. El sindicato pretendía originalmente un aumento salarial de al menos el 40%.
Está previsto que el martes los representantes de la empresa y del sindicato se reúnan con mediadores federales. El sindicato ha comenzado a sondear a sus miembros para saber qué es lo que más desean del nuevo contrato.
Los trabajadores en huelga están realizando piquetes en varios lugares del estado de Washington, Oregón y California.
Afuera de la enorme fábrica de Boeing en Everett, Washington, Nancie Browning, especialista en gestión de materiales de Boeing durante más de 17 años, dijo que la oferta de la semana pasada era peor que la que provocó una huelga de dos meses en 2008. Dijo que sin los bonos anuales de los que los trabajadores dependen, el aumento salarial propuesto era más bien del 9%, no del 25%.
“Sólo queremos un trozo del pastel, como todo el mundo”, dijo. “¿Por qué tenemos que trabajar horas extra y rompernos la espalda mientras estos tipos (los ejecutivos de Boeing) están sentados en sus suites ganando dinero?”
Las bonificaciones han resultado un punto de conflicto para los miembros del sindicato. Los trabajadores afirman que oscilan entre 3.000 y 5.000 dólares al año.
Boeing afirma que es difícil calcular las bonificaciones de forma justa para 33.000 personas que desempeñan distintos trabajos. Por ello, la empresa propone eliminar los pagos y sustituirlos por contribuciones automáticas de 4.160 dólares al año a la cuenta de jubilación 401(k) de cada empleado.
Los trabajadores están molestos porque en las extensiones de contrato de los últimos 16 años, Boeing puso fin a su plan de pensiones tradicional y redujo los beneficios de atención médica.
“Queremos recuperar nuestra pensión”, dijo Jacob Bustad, maquinista que trabajó en Boeing durante 14 años y que también participó en el piquete de Everett. “Seguimos perdiendo y nunca ganamos, mientras que los que están en la cima reciben cada vez más dinero. Boeing ha hecho un gran trabajo para mí y mi familia, pero estos últimos años han sido difíciles”.
Boeing ha perdido más de 25.000 millones de dólares desde principios de 2019 y ha quemado 4.300 millones de dólares solo en el segundo trimestre de 2024, mientras se prepara para registrar otro año de pérdidas. La huelga retrasará las entregas de nuevos aviones, que son una importante fuente de efectivo para la empresa.
Stephanie Pope, directora de la división de aviones comerciales de Boeing, citó la deuda total de 60.000 millones de dólares de la empresa para instar a los trabajadores manuales a aceptar la oferta de contrato la semana pasada. La calificó como la mejor oferta que Boeing había hecho jamás, y contó con el respaldo del presidente local del sindicato y de los negociadores.
Pero los trabajadores rechazaron la recomendación de sus propios dirigentes, algo que no ocurría desde 1995.
Otras medidas de reducción de costos detalladas en la nota del director financiero incluyeron la eliminación del servicio de primera clase y clase ejecutiva para cualquier persona que realice un viaje considerado crítico y dejar de gastar en consultores externos.
West también dijo que Boeing planea hacer “reducciones significativas en los gastos de los proveedores” y detendrá la mayoría de las órdenes de compra a proveedores relacionadas con los modelos de aviones 737, 767 y 777.
Tras el inicio de la huelga, Moody's puso a Boeing en revisión para una posible rebaja de calificación crediticia, y Fitch dijo que una huelga de más de dos semanas haría más probable una rebaja de calificación. Ambas agencias califican la deuda de Boeing un nivel por encima de la categoría de no inversión o basura.
Koenig informó desde Dallas.
