Cómo las campañas aprovecharán el recorte de la tasa de interés de la Reserva Federal en las elecciones de EE.UU.

Los funcionarios de la administración Biden llevan meses diciendo que el aumento de la inflación posterior al covid-19 ha terminado. El miércoles, la Reserva Federal estuvo de acuerdo.

Dado que el banco central estadounidense y su presidente Jerome Powell se enorgullecen de tomar decisiones alejadas de influencias y consideraciones políticas, la decisión de reducir decisivamente una tasa de préstamo clave ofrece una afirmación imparcial de que la inflación está ahora firmemente bajo control y que una de las principales preocupaciones de los responsables de las políticas económicas es asegurar un crecimiento económico continuo.

Aunque la mayoría de los estadounidenses no serían capaces de reconocer a Powell entre una multitud ni de explicar los deberes de la Reserva Federal, el cambio de la tasa de interés determinará la cobertura mediática de la economía estadounidense en los dos últimos meses de esta campaña presidencial.

El recorte mayor al esperado también podría desencadenar otro auge del mercado de valores y conducirá a caídas sustanciales en las tasas de interés (en tarjetas de crédito, préstamos para automóviles e, indirectamente, hipotecas de vivienda) que se sentirán en los consumidores de todo el país.

Todo esto son buenas noticias para la campaña presidencial de Kamala Harris, dado que la preocupación de los votantes por la economía ha pesado sobre las perspectivas electorales de la actual vicepresidenta y, antes de que abandonara su candidatura a la reelección, del presidente Joe Biden.

Desde que se incorporó a la carrera presidencial en julio, Harris ha caminado por una delgada línea, intentando atribuirse el mérito de los éxitos de la administración demócrata y al mismo tiempo distanciarse de las percepciones negativas que muchos votantes tienen de la gestión económica de Biden. La decisión de la Reserva Federal del miércoles ayudará a que esa danza política sea más fácil para ella.

Se espera que Donald Trump condene la medida como un intento partidista de influir en las elecciones de noviembre, aunque también señalará las preocupaciones que tiene la Fed sobre el creciente desempleo y la desaceleración del crecimiento económico en los últimos tiempos.

Ha criticado al banco central y a su liderazgo en el pasado y, si es reelegido, puede que ahora esté aún más inclinado a intentar poner a la agencia cuasi gubernamental más directamente bajo la influencia presidencial.

En las próximas semanas se publicarán varios informes económicos (sobre desempleo y crecimiento económico) que ofrecerán una imagen final de la economía estadounidense cuando los votantes emitan sus votos, pero serán un reflejo de la situación en el país.

El anuncio del miércoles sobre las tasas de interés es diferente. Determinará el rumbo económico de Estados Unidos en los próximos meses.

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