Mercy Kuo, autora de The Diplomat, entrevista regularmente a expertos en la materia, profesionales de políticas y pensadores estratégicos de todo el mundo para conocer sus diversas perspectivas sobre la política estadounidense en Asia. Esta conversación con Elisabeth Braw, investigadora principal del Scowcroft Center for Strategy and Security, Atlantic Council y autora de “Goodbye Globalization: The Return of a Divided World” (Yale 2024), es la 431.ª de la “Serie de perspectivas Trans-Pacific View”.
Explique cómo las amenazas geopolíticas están afectando a las empresas con alcance global.
En los últimos 35 a 40 años, las empresas globales se han expandido mucho más allá de los mercados occidentales hacia mercados importantes, como China y Rusia. Ahora, esos países, especialmente Rusia pero también China, se han vuelto cada vez más hostiles hacia las empresas extranjeras que podrían ser competitivas con las nacionales o que se las percibe como un vehículo de los valores y normas occidentales.
Las empresas siguen necesitando una presencia global para obtener beneficios, pero se encuentran atrapadas en medio de la creciente tensión geopolítica mundial. Eso significa que para muchas empresas, tener presencia global es a la vez un activo y un riesgo. Por ejemplo, mantener operaciones de fabricación en China implica el riesgo de exponerse a represalias por motivos geopolíticos por parte del gobierno chino. El número de empresas occidentales sancionadas por los gobiernos chinos por acciones o declaraciones de sus gobiernos de origen está aumentando, y en Rusia las autoridades ya han expropiado un gran número de activos de empresas occidentales. La globalización no debería funcionar de esta manera.
¿Cómo deben las empresas tener en cuenta la incertidumbre geopolítica en su gestión de riesgos?
Las empresas están empezando a preocuparse rápidamente por el riesgo geopolítico. Un indicador clave de esta preocupación es el creciente número de empresas que firman pólizas de seguro contra riesgos políticos. El desafío para las empresas internacionales es reducir la exposición al riesgo político en mercados riesgosos pero lucrativos, siendo China el principal ejemplo.
Los líderes empresariales deben comprender que sus empresas no son consideradas entidades neutrales, sino que gobiernos como los de Rusia y China las consideran afiliadas al país donde tienen su sede. Esto significa que las empresas australianas, por ejemplo, deben seguir de cerca lo que dice o hace el gobierno australiano, ya que sus acciones pueden hacer que el gobierno chino tome represalias contra las empresas australianas como representantes de su gobierno local. Esto sucedió durante la COVID-19, cuando China reaccionó a las declaraciones del entonces primer ministro Scott Morrison imponiendo aranceles punitivos al vino australiano. Los negocios internacionales operan ahora en el ámbito de la geopolítica.
¿Cómo deben prepararse las empresas ante un posible conflicto en el Estrecho de Taiwán o el Mar de China Meridional?
Deben asegurarse de que sus cadenas de suministro estén diversificadas. El terremoto de Fukushima de hace 13 años es un buen ejemplo. En la prefectura de Fukushima había un proveedor crucial para la industria automotriz, y esta empresa era tan buena y tan confiable que era el único proveedor de las empresas automotrices de un producto en particular. Cuando el tsunami y el terremoto afectaron a la empresa, las cadenas de suministro de la industria automotriz también se vieron interrumpidas.
Las empresas deberían realizar ejercicios de escenarios de riesgo para prepararse ante posibles perturbaciones en las operaciones taiwanesas, que podrían verse afectadas por un bloqueo chino en el estrecho de Taiwán. Es importante explorar iniciativas para duplicar las operaciones taiwanesas en el extranjero, y esto es algo en lo que ya están trabajando algunas empresas taiwanesas.
¿Cómo deberían coordinarse y comunicarse los sectores público y privado en un escenario de amenaza geopolítica que podría amenazar los mercados de capital, la infraestructura, las rutas marítimas y las cadenas de suministro?
Los sectores público y privado deben coordinar los preparativos Para gestionar y mitigar las perturbaciones, los gobiernos deberían poner en marcha ejercicios que impliquen nuevas amenazas a la seguridad nacional e invitar a las empresas a participar. De esta manera, estarán mejor preparados cuando se produzcan crisis y también podrán demostrar a sus adversarios que no vale la pena el esfuerzo de intentar dañar a sus sociedades.
Identifique las tres principales amenazas geopolíticas para las cuales las empresas deben preparar planes de contingencia y medidas de mitigación de riesgos.
La interrupción de la cadena de suministro es una amenaza grave. Otra es la represalia por motivos geopolíticos: un gobierno hostil toma represalias contra una empresa extranjera que opera en el país por las acciones tomadas por el gobierno de origen de esa empresa, que es lo que sucedió con los productores de vino australianos. Otras amenazas vinculadas a la geopolítica que las empresas deberían tomar en serio son la diplomacia de rehenes que involucra a personal expatriado, las redadas y detenciones aleatorias y la imposición de leyes de seguridad nacional chinas a objetivos extranjeros. Y no olvidemos los ataques vinculados a la geopolítica contra el transporte marítimo mundial. Los hutíes están demostrando que se trata de una amenaza que debe tomarse muy en serio.