Nadie sabe exactamente cómo será el futuro del trabajo, pero muchas personas tienen opiniones al respecto. Una investigación que incluye artículos de periódicos belgas y expertos muestra que los comentaristas públicos sobre el tema tienden a clasificarse en tres categorías: optimistas (principalmente empresarios tecnológicos), escépticos (principalmente economistas) y pesimistas (autores y periodistas). Entonces, ¿quién tiene razón? ¿El futuro debería implicar un progreso acelerado, decrecimiento o algo intermedio? Como cada grupo utiliza diferentes investigaciones y tiene diferentes puntos de vista, es imposible saberlo. Pero es posible comprender mejor los tres argumentos y pensar críticamente sobre cómo queremos, personalmente, que sea el futuro del trabajo. Un debate público sólido que involucre a todos los ciudadanos, responsables de políticas, gerentes y directores ejecutivos es la mejor manera de garantizar que se escuchen todas las voces; después de todo, el futuro es lo que nosotros hacemos de él.