Cómo su lenguaje corporal puede ayudar a superar un desacuerdo

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Cuando las tensiones aumentan, las palabras que elegimos, el tono que usamos y el lenguaje corporal que mostramos se vuelven aún más cruciales. En estas situaciones, la comunicación no verbal juega un papel fundamental: puede ayudar a cerrar la brecha o profundizar la división entre puntos de vista opuestos.

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Dominar el arte de la comunicación

Manejar los desacuerdos de manera efectiva no se trata sólo de tener el argumento correcto; se trata de Dominar el arte de la comunicación. en su totalidad. Este oficio se extiende más allá de las palabras que hablamos. Abarca cómo expresamos esas palabras a través de nuestro tono, lenguaje corporal y comportamiento general. En los conflictos, la capacidad de transmitir un mensaje de forma clara y coherente con señales tanto verbales como no verbales es lo que separa el diálogo constructivo de la confrontación improductiva.

Quienes dominan este oficio entienden que su capacidad para comunicarse eficazmente durante desacuerdos es la piedra angular del éxito, tanto personal como profesional. Al perfeccionar sus habilidades de comunicación no verbal, puede fomentar la comprensión, generar confianza y abrir la puerta a resoluciones que de otro modo podrían parecer fuera de su alcance.

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Lenguaje corporal y desacuerdos.

El lenguaje corporal es una parte importante de la comunicación no verbal. A menudo, el lenguaje corporal habla incluso más que las palabras durante un desacuerdo.

Cuando las emociones son intensas, nuestro lenguaje corporal puede calmar o inflamar la situación. Considere cómo una postura relajada y abierta puede indicar voluntad de escuchar, mientras que los brazos cruzados y los puños cerrados transmiten actitud defensiva y agresión.

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Imagine a dos colegas que no están de acuerdo sobre la dirección de un proyecto. Si uno se mantiene erguido con una postura abierta y mantiene contacto visual, es más probable que lo perciban como accesible y dispuesto a colaborar. Por el contrario, un colega que se encorva, evita el contacto visual y se cruza de brazos puede, sin darse cuenta, comunicar resistencia u hostilidad, incluso si esa no es su intención.

El impacto del tono y la entrega.

Su tono de voz es otro factor crítico del lenguaje corporal en los desacuerdos. Un tono tranquilo y firme puede reducir la intensidad de un intercambio tenso, facilitando la discusión racional de opiniones diferentes. Por otro lado, elevar la voz, hablar rápido o un tono sarcástico pueden intensificar el conflicto y dificultar la resolución.

Por ejemplo, digamos que dos amigos están en un acalorado debate sobre política. Imagine que un amigo se vuelve cada vez más emocional y habla más rápido y más alto. Este enfoque podría hacer que el otro amigo se cierre o responder a la defensiva. Por el contrario, si el amigo hubiera respirado profundamente, hubiera disminuido el ritmo de su discurso y hubiera hablado en un tono tranquilo y mesurado, la conversación podría haber seguido siendo constructiva, incluso si finalmente no estuvieran de acuerdo.

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Congruencia en la comunicación

La comunicación verbal y no verbal debe estar sincronizada en caso de desacuerdo. Congruencia, donde nuestras palabras coinciden con nuestro lenguaje corporal y tono. genera confianza y ayuda a evitar malentendidos. Por ejemplo, si decimos que estamos abiertos a escuchar el punto de vista de otra persona, pero nuestro lenguaje corporal es defensivo, es menos probable que la otra persona nos crea y el conflicto puede intensificarse.

Para practicar la comunicación congruente, tenga en cuenta sus señales no verbales y alinéelas conscientemente con sus palabras. Esto podría significar descruzar los brazos, relajar los hombros y usar un tono tranquilo cuando esté abierto a escuchar.

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Otra forma de evitar la incongruencia es ser honesto consigo mismo y con los demás. Si te sientes negativo, no lo ocultes. Considere alejarse brevemente si su cuerpo se siente tenso o ansioso. De lo contrario, esas emociones pueden aflorar en su lenguaje corporal, llevando la conversación en una dirección desfavorable.

También puedes reconocer tu lenguaje corporal abiertamente. Si se siente incómodo o retraído, compártalo con su interlocutor. Expresar sus verdaderos sentimientos puede crear oportunidades para una comprensión más profunda, que es el objetivo final de la comunicación y los desacuerdos.

Conciencia cultural

Comprender los matices culturales no verbales es esencial, especialmente en el mundo empresarial global actual. Ser sensible a estas diferencias puede ayudar a evitar malentendidos y fomentar una comunicación más eficaz al afrontar desacuerdos con alguien de una cultura diferente.

Por ejemplo, en muchas culturas occidentales, mantener contacto visual A menudo se ve como un signo de confianza y sinceridad. Sin embargo, en algunas culturas asiáticas, el contacto visual prolongado puede percibirse como agresivo o irrespetuoso.

De manera similar, mientras que en Estados Unidos se valora un apretón de manos firme como un signo de profesionalismo, en otros países se prefiere un apretón de manos más suave o una reverencia. Además, la edad y el rango dictan lo apropiado de iniciar un apretón de manos en diversas culturas.

Recuerde, un gesto que es positivo o neutral en una cultura puede verse como ofensivo o agresivo en otra, lo que podría intensificar un desacuerdo sin que usted se dé cuenta. La concienciación y la comunicación son claves a la hora de determinar la acción adecuada.

En última instancia, ser consciente de las diferencias culturales no se trata sólo de evitar conflictos. La sensibilidad cultural también consiste en mostrar respeto, generar confianza y crear relaciones positivas y duraderas. Su capacidad para adaptarse y responder con conciencia cultural puede convertir posibles malentendidos en oportunidades para una conexión más profunda y un respeto mutuo.

Los beneficios de dominar la comunicación no verbal

Al prestar atención a nuestro lenguaje corporal, tono y apariencia, podemos crear un entorno donde sea posible un diálogo abierto y respetuoso. Esta habilidad es invaluable en entornos profesionales y relaciones personales, donde los conflictos son inevitables pero no tienen por qué ser destructivos.

Recuerde, resolver desacuerdos de manera efectiva no se trata de demostrar que su perspectiva es correcta; se trata de ayudar a otros a entenderlo. Al utilizar un lenguaje corporal positivo y congruente, puedes facilitar una resolución total, estés o no de acuerdo en última instancia. Este enfoque le permite eventualmente ganarse tanto las mentes como los corazones.

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