De los cielos al silicio: la IA en la guerra moderna

Era septiembre de 1914, durante los primeros días de la Primera Guerra Mundial. El ejército alemán había arrasado Bélgica y Francia y amenazaba a París. Las obras maestras del Louvre se estaban enviando a otro lugar para ponerlas a salvo y los ciudadanos parisinos estaban en pánico.

La situación de los aliados era desesperada, pero el reconocimiento aéreo —una nueva proeza de la guerra moderna— estaba a punto de salvar la situación.

Los aviones de reconocimiento franceses detectaron una brecha vulnerable en el avance alemán. Las fuerzas francesas y británicas, que se habían retirado, cambiaron de rumbo y atacaron el punto débil del Primer Ejército alemán, derrotando finalmente a las fuerzas del Káiser después de una brutal batalla.

Fue la primera batalla del Marne y la guerra nunca volvería a ser la misma a partir de entonces. El reconocimiento aéreo y, más tarde, por satélite, se convertiría en una piedra angular de las operaciones de combate en todo el mundo.

Apenas había pasado una década desde que los hermanos Wright emprendieron el vuelo en Kitty Hawk, Carolina del Norte, y el poder aéreo ya se estaba convirtiendo en un factor decisivo en ese campo.

De los cielos al silicio

Hoy en día, la IA está preparada para generar un nivel de perturbación similar, o incluso mayor, en el campo de batalla que el reconocimiento aéreo. Estamos viendo que esto se está desarrollando de forma más clara en Ucrania.

Encontré un video fascinante del nuevo sistema autónomo de detección de objetivos del ejército ucraniano. drones.

Aquí hay una imagen fija:

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Fuente: YouTube

Este dron ucraniano tiene un sistema de detección de objetivos integrado. Como puedes ver, ha identificado una unidad enemiga como blindada ligera y otra como blindada pesada. Un truco bastante útil.

El vídeo nos ofrece una visión poco habitual de cómo se está desplegando la IA en el campo de batalla en la actualidad. Pensemos en lo disruptiva que será esta tecnología: enjambres autónomos de drones que cubrirán el campo de batalla, identificando y apuntando a las fuerzas enemigas de forma independiente. Todo está a punto de cambiar.

Del lado ruso, el país recientemente… reveló Su primer cañón de artillería autopropulsado no tripulado.

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Fuente: Reconocimiento del ejército.com

El obús es lento, con un alcance y una munición limitados. No obstante, es un cañón de 122 mm con cargador automático y servirá como prueba de concepto. Además, es un indicio de lo que está por venir.

En un futuro no muy lejano, habrá unidades terrestres totalmente autónomas en el campo, respaldadas por fuerzas aéreas no tripuladas. Todo ello controlado desde servidores en búnkeres a decenas de kilómetros de la línea del frente.

¿De qué otras formas se utiliza la IA hoy en día?

Es casi seguro que todo el mundo utiliza potentes programas de inteligencia artificial como GPT-4o para analizar imágenes de reconocimiento aéreo y satelital. Las IA más nuevas, como GPT-4o y Qwen2 VL de China, pueden analizar imágenes fácilmente y proporcionar información detallada. Imagine tener miles de IA escaneando todo su reconocimiento en tiempo real. Increíblemente potente.

A estas alturas, la vigilancia de las comunicaciones por inteligencia artificial está ciertamente muy extendida. Apuesto a que hay IA que analizan enormes volúmenes de datos de radio y teléfonos móviles de ambos lados.

Por eso Estados Unidos ha cortado las exportaciones de tecnologías clave de inteligencia artificial a China, Rusia y otros adversarios potenciales. Estos países no pueden obtener el hardware más reciente de NVIDIA, que es clave para crear y ejecutar aplicaciones de inteligencia artificial modernas. Tampoco pueden obtener las mejores máquinas de producción de chips de ASML.

China está intentando frenéticamente alcanzar el dominio actual de Estados Unidos en hardware y software de inteligencia artificial, pero en este momento quizás esté cinco años atrasado.

Este cambio será uno de los grandes acontecimientos disruptivos de nuestra vida y tendrá repercusiones en todas las sociedades y economías.

Naturalmente, cuando ocurre algo tan grande, también hay implicaciones de inversión masivas.

Nadie ha sacado mejor partido de esta situación que Jim Rickards. Ha estudiado en profundidad los efectos disruptivos de la IA. Recomiendo seguir de cerca su trabajo sobre este tema.

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