El fin de la doctrina Chevron es malo para los negocios

Dos recientes decisiones de la Corte Suprema produjeron cambios radicales en el funcionamiento de la regulación en los Estados Unidos, al transferir el poder de las agencias a los tribunales. La inversión ahora se realizará en el contexto del “veto judicial”, donde una amplia gama de litigantes potenciales y jueces comprensivos decidirán qué regulaciones entrarán en vigencia y cuándo. Según la sabiduría convencional, reducir el estado regulador ayudará a las empresas. Sin embargo, las decisiones de la corte suprimirán la inversión empresarial de tres maneras no deseadas. La doctrina del veto judicial 1) multiplica el número de tomadores de decisiones y descuenta el valor de la experiencia, 2) aumenta el marco temporal de imprevisibilidad y 3) inclina la balanza a favor de las empresas establecidas y sus accionistas en detrimento de los nuevos participantes y los inversores en etapas iniciales. El efecto general de esto será menos innovación y menor ventaja competitiva para las empresas estadounidenses.



Fuente