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La inflación está disminuyendo más rápidamente de lo que esperaban los banqueros centrales, pero el Reino Unido necesita ver un retroceso continuo en el crecimiento de los precios de los servicios desde los niveles actuales, dijo el miércoles el gobernador del Banco de Inglaterra.
Hablando después de que el crecimiento de los precios al consumidor cayera por debajo del objetivo del 2 por ciento del Banco de Inglaterra, al 1,7 por ciento en septiembre, Andrew Bailey dijo que estaba viendo una “buena historia” en lo que respecta a la desaceleración de la inflación general.
Pero también advirtió que la inflación de los servicios se mantenía por encima de niveles consistentes con los objetivos del Banco de Inglaterra.
“La desinflación -y el Reino Unido es parte de esto- en realidad se ha producido más rápido de lo que esperábamos”, dijo Bailey en una reunión del Instituto de Finanzas Internacionales en Washington.
Sin embargo, añadió que “tenemos que ver que la inflación de los precios de los servicios baje aún más”.
La tasa de crecimiento de los precios de los servicios cayó del 5,6 por ciento al 4,9 por ciento en septiembre, impulsada por las tarifas aéreas más bajas, según la Oficina de Estadísticas Nacionales.
El Banco de Inglaterra considera que la inflación de servicios es un indicador de las presiones subyacentes sobre los precios, y la lectura del 4,9 por ciento estuvo muy por debajo del pronóstico del 5,5 por ciento publicado por el banco central cuando publicó por última vez una evaluación completa de la economía en agosto.
La caída de la inflación general al 1,7 por ciento en septiembre generó especulaciones de que el Banco de Inglaterra estaría dispuesto a recortar las tasas de interés tanto en noviembre como en diciembre luego de su reducción inicial de un cuarto de punto en el verano.
Bailey sugirió a principios de este mes que el banco podría volverse más agresivo a la hora de reducir las tasas si la inflación continuaba avanzando en la dirección correcta.
Sin embargo, indicó el miércoles que aún quedaban dudas sobre si un crecimiento más obstinado de los precios internos frenaría el progreso hacia una inflación baja y sostenida.
Bailey dijo que la caída de la inflación general en septiembre había sido impulsada por movimientos beneficiosos en el precio de la energía y otras materias primas, pero que seguía siendo fundamental ver que el crecimiento de los precios de los servicios siguiera “disminuyéndose”.
Añadió que aún quedaban dudas sobre si la economía había logrado un “cambio estructural” que podría hacer que la inflación de los servicios fuera más “rígida”.
Bailey dijo que la pregunta era si “esta pieza sobre la inflación interna va a impedir, en cierto sentido, que lleguemos tan fácilmente a una inflación baja y sostenida”.
También dijo que estaba viendo “cautela e incertidumbre” entre los hogares del Reino Unido a pesar de los aumentos en los ingresos reales, y agregó que esto se reflejaba en la alta tasa de ahorro.
