Liderazgo transformador para tiempos extraordinarios

¿Qué es diferente ahora?

Los líderes de hoy enfrentan circunstancias únicas. A corto plazo, deben lidiar con una sucesión de crisis inmediatas, entre ellas la inflación, la interrupción de la cadena de suministro, las guerras en Ucrania y Oriente Medio, la amenaza de recesión y las perturbaciones del mercado laboral. A largo plazo, enfrentan desafíos profundos y complejos. megatendencias—cambio climático, disrupción tecnológica, cambios demográficos, un mundo fracturado e inestabilidad social— que afectan a todos en el planeta.

Lo que es único no es sólo la frecuencia de las crisis y la gravedad de las megatendencias, sino el hecho de que las megatendencias están causando y acentuando las crisis. Por lo tanto, los líderes deben abordar el presente y el futuro emergente juntos. Deben transformar su organización para un mundo que está siendo remodelado por las megatendencias, al tiempo que se aseguran de que sus respuestas a las crisis inmediatas aceleren esta transformación.

Los cambios necesarios para posicionar a las organizaciones para el éxito en un mundo dominado por las megatendencias serán distintos a todo lo que los líderes hayan experimentado hasta ahora. Tomemos como ejemplo el cambio climático. La transición a un mundo sostenible requiere una reconfiguración completa del sistema industrial: cómo nos alimentamos, cómo nos desplazamos, cómo construimos, cómo suministramos energía y cómo fabricamos cosas. Esta tarea enorme y compleja afectará a todas las organizaciones, en todos los sectores y en todas las regiones. Se sitúa por encima de cualquier industria y requiere la transformación simultánea de miles de actores que son altamente interdependientes; implica cambios masivos del lado de la demanda y del lado de la oferta; y debe ocurrir a gran velocidad y a gran escala.

Al mismo tiempo, la disrupción tecnológica exige que las organizaciones reimaginen la forma en que se hace el trabajo y, en muchos casos, reinventen los fundamentos de sus modelos de negocio. Los coches y camiones autónomos revolucionarán los servicios de reparto y las redes de transporte; los algoritmos de aprendizaje automático ya pueden analizar imágenes médicas, registros de pacientes y datos genéticos para ayudar a la detección temprana de enfermedades y a los planes de tratamiento personalizados; las herramientas de creación de contenidos automatizados pueden generar artículos, diseñar logotipos y componer música, transformando así las industrias creativas que muchos creían que estarían algo protegidas de las disrupciones tecnológicas. Si a esto le sumamos otros avances, como la computación cuántica, la cadena de bloques y las tecnologías específicas de cada sector, los equipos directivos tendrán que reinventar el valor que crea su organización y cómo lo hace para seguir siendo relevante y conseguir inversiones.

En este entorno, no sólo la necesidad de cambio es más omnipresente, sino que la naturaleza de las transformaciones requeridas es diferente: la magnitud del cambio, la velocidad a la que debe ocurrir, la cantidad y diversidad de sectores a involucrar y el impacto que estas transformaciones tendrán en las partes interesadas que los líderes tal vez no hayan considerado en el pasado.

Por último, hay que tener en cuenta la naturaleza continua de la transformación que requieren estos cambios sistémicos. Los líderes deben desarrollar una capacidad de transformación continua que permita a su organización seguir planteándose desafíos, evolucionando y adaptándose.

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