Lyndsey Hall y Kristen Motte de The Bunny Hive

Los docentes podrán modificar sus trayectorias profesionales, pero siempre serán docentes. Ese es el caso de Lyndsey Hall y Kristen Motte, quienes combinaron su experiencia como educadoras con su pasión por la maternidad para abrir The Bunny Hive en Greenville. El espacio está diseñado para brindarles a los bebés hasta la edad preescolar clases y actividades de enriquecimiento, mientras los adultos construyen una comunidad. The Bunny Hive es una franquicia de clubes sociales infantiles donde las familias pueden comprar una membresía, un paquete de clases o pagar por clase.

“Kristen y yo nos remontamos mucho atrás”, dice Hall. “Nos conocimos en el primer año de universidad y nos llevamos como mejores amigos durante la universidad en la Universidad de Carolina del Sur, enseñamos juntos como estudiantes y nos apoyamos mutuamente. Soy de Greenville, así que sabía que regresaría aquí y me llevé a Kristen conmigo”.

La pareja enseñó junta en Stone Academy antes de que naciera el primer hijo de Hall y Motte se fuera para trabajar como maestra en un hospital. Una vez que llegó la pandemia, Hall se convirtió en “una ama de casa accidental y prolongada” y el trabajo de Motte fue eliminado gradualmente.

“Desde entonces, hemos estado soñando… con trabajar juntos nuevamente y buscar oportunidades más allá de volver al aula, pero aún fieles a nuestros valores fundamentales como personas, que son apoyar a los jóvenes e invertir nuestro tiempo en futuro con nuestros hijos y apoyando a los padres que están pasando por las mismas cosas que nosotros estamos pasando”, dice Hall. “Sentimos que The Bunny Hive hace todas esas cosas. Probablemente sea lo más central para nuestros valores fundamentales que jamás hayamos sentido”.

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