Por qué la mayoría de los fabricantes de baterías tienen dificultades para ganar dinero

Bfracaso y caída Todos los ciclos tienden a ser iguales. Una moda de consumo o una urgencia industrial alimentan la demanda de un producto. Los precios suben. Los productores invierten en capacidad. Cuando se materializa una nueva oferta, ésta supera la demanda ya satisfecha. Los precios se desploman. Luego, en algún momento, los productos se abaratan tanto que desencadenan otro repunte de la demanda. Y así sucesivamente.

La inevitabilidad es reconfortante para los jefes de sectores que van desde la minería hasta la fabricación de chips. No así, en el caso de la fabricación de baterías. Anticipando una creciente demanda de vehículos eléctricos (Vehículo eléctricos), desde 2018, empresas de todo el mundo han invertido más de 520.000 millones de dólares en la fabricación de baterías, según Benchmark Mineral Intelligence, una firma de investigación. Efectivamente, las inversiones (más las mejoras en la tecnología) han hecho bajar los precios de las baterías y, dado que estas representan un tercio del costo de una Vehículo eléctricode coches a batería, pero no lo suficiente como para incitar a los automovilistas a optar por los eléctricos, por lo que la industria se enfrenta a una crisis sin haber tenido nunca un auge tan grande.

El 7 de julio es On, un gigante surcoreano fabricante de baterías que está construyendo fábricas en Estados Unidos para abastecer a Ford y Volkswagen, dijo que se encontraba en un estado de “gestión de emergencia”. Unos días antes, Northvolt, un rival europeo, anunció una revisión estratégica, lo que podría retrasar la construcción de nuevas fábricas. LG Energy Solution, otra empresa surcoreana, ha detenido las obras en parte de una fábrica de 5.500 millones de dólares en Arizona. Su ratio de gasto de capital respecto de las ventas aumentó del 10% en 2020 a casi el 30% en los 12 meses hasta marzo.

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