Por Alistair Smout
LONDRES (Reuters) – El primer ministro británico, Keir Starmer, prometió el lunes eliminar la regulación que frena el crecimiento económico y aseguró compromisos de más de 60.000 millones de libras (78.000 millones de dólares) de inversión de algunas de las empresas más grandes del mundo.
El Partido Laborista de Starmer llegó al poder en julio, prometiendo recuperar la fe de los inversores privados para revitalizar la deteriorada infraestructura y los servicios públicos del Reino Unido.
Pero muchos inversores -que desde hace tiempo se quejan de que se necesita demasiado tiempo para construir el tipo de infraestructura necesaria para impulsar el crecimiento- siguen sin tener claras las cuestiones fiscales clave antes del primer presupuesto del gobierno.
El nuevo gobierno, que ha tenido un comienzo difícil, informó a los inversionistas en una reunión en Londres sobre sus planes para racionalizar la planificación para acelerar la construcción, revisar la regulación para promover la innovación y entregar energía limpia y barata.
El Tesoro dijo que en el evento se habían realizado inversiones por 63.000 millones de libras, creando 38.000 puestos de trabajo en áreas como infraestructura y tecnología.
En un intento por eclipsar a los gobiernos rivales, el día debía culminar con un evento nocturno en la Catedral de San Pablo con el rey Carlos y una actuación del cantante Elton John.
“Estamos decididos a liderar el camino del crecimiento”, dijo Starmer en la cumbre celebrada en el Guildhall de Londres. “Decidido a conseguir que Gran Bretaña construya.”
Gran Bretaña estuvo entre los principales destinos de la inversión internacional hasta la votación de 2016 para abandonar la Unión Europea, lo que provocó incertidumbre sobre las futuras reglas comerciales y años de inestabilidad política.
Según cálculos de Reuters, el valor de las entradas de inversión extranjera directa como porcentaje de la economía británica alcanzó un mínimo de nueve años del 2,7% en el segundo trimestre de 2024.
El gobierno, sujeto a reglas fiscales que limitan su capacidad de endeudamiento, necesita atraer decenas de miles de millones de libras de inversión.
En el evento del lunes, defendió las primeras medidas para mejorar los derechos de los trabajadores y expuso sus planes para una estrategia industrial que abarcaría habilidades, I+D, suministro de energía, planificación y financiación.
Muchas empresas habían criticado anteriormente la falta de un enfoque global por parte de Gran Bretaña.
Gran Bretaña también anunció planes para flexibilizar las normas de protección bancaria, eliminar los requisitos de presentación de informes redundantes para las empresas y detalló un nuevo Fondo Nacional de Riqueza.
REVISIÓN REGULATORIA
Los reguladores, incluida la Autoridad de Mercados y Competencia (CMA), serán revisados, dijo.
“Nos aseguraremos de que todos los reguladores de este país -especialmente nuestros reguladores económicos y de competencia- tomen el crecimiento tan en serio como lo hace esta sala”, dijo Starmer.
Reeves, hablando en el contexto del casi colapso de Thames Water, dijo que los reguladores debían ser más conscientes de la importancia de la inversión.
El ministro de Negocios, Jonathan Reynolds, dijo que no habría una “hoguera” de regulaciones, pero que había que abordar los problemas de Gran Bretaña para atraer capital y construir infraestructura.
Pero la regulación no es la única preocupación de los inversores.
Los mercados están abandonando sus apuestas alcistas sobre Gran Bretaña a medida que crecen las preocupaciones sobre posibles aumentos de impuestos y endeudamiento adicional en un presupuesto del 30 de octubre para llenar lo que el gobierno dice es un agujero negro de 22 mil millones de libras en las finanzas públicas.
Reeves no descartó un aumento de las contribuciones a la seguridad social de los empleadores.
Starmer dijo que el presupuesto tendría el “duro amor de la prudencia”, pero luego calificó los informes de que las tasas impositivas sobre las ganancias de capital podrían aumentar al 39% como “fuera de lo normal”.
“Ha habido mucho pesimismo”, dijo a Reuters Michael Mainelli, alcalde de la ciudad de Londres, el centro financiero de Gran Bretaña. Ahora, el gobierno tenía “el potencial para ponerse manos a la obra y hacer cosas”, dijo.
($1 = 0,7661 libras)
