El 26 de agosto, Rusia lanzó un ataque aéreo masivo contra Ucrania, desplegando una serie de misiles y drones que costaron un total estimado de 1.260 millones de dólares, según los cálculos del medio ucraniano. Ekonomichna Pravda (PE-E).
La Fuerza Aérea ucraniana informó en Telegram que había detectado 127 misiles y 109 vehículos aéreos no tripulados (UAV) durante el ataque, que según dijo tenía como objetivo la infraestructura energética ucraniana. Agregó que había derribado 102 de los misiles y 99 de los UAV.
Las municiones utilizadas incluían misiles balísticos Kinzhal e Iskander, misiles de crucero Kalibr y Kh-101 y drones de ataque Shahed, dijo la fuerza aérea.
Agregó que Rusia disparó 77 misiles Kh-101, que a una velocidad de 100 km/h Costo estimado de $10 a $13 millones cada unorepresentaron la mayor parte del gasto.
Según el Proyecto de Defensa de Misiles del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, el Kh-101 es un “misil furtivo” con una ojiva convencional que está diseñado para “derrotar los sistemas de defensa aérea volando a bajas altitudes, adaptadas al terreno, para evitar los sistemas de radar”.
El ataque a Ucrania se produjo en medio de Inflación en aumento y advertencias de un sobrecalentamiento de la economía en Rusia.
Si bien el fuerte gasto de defensa ruso en la guerra en Ucrania inicialmente estimuló el crecimiento económico y calmó los temores de una recesión inminente vinculada a las sanciones occidentales, ahora ha conducido a una inflación galopante, que llegó al 9,1% en julio.
El banco central de Rusia elevó su tasa de interés clave al 18% en julio, diciendo que la inflación se había “acelerado” y estaba “desarrollándose significativamente” por encima de su pronóstico de abril.
El crecimiento económico de Rusia se desaceleró al 4% en el segundo trimestre de 2024, frente al 5,4% del primer trimestre, informó AFP en agosto, citando datos oficiales.
Maximilian Hess, miembro del Instituto de Investigación de Política Exterior, dijo a BI que Putin estaba dispuesto a poner toda la economía rusa al servicio de esta guerra y que no había señales de que eso cambiara. “No hay una verdadera oposición dentro de la élite rusa, así que eso no va a cambiar”.
Pero Hess dijo que con esta escala de gasto, Rusia eventualmente tendría que hacer reasignaciones presupuestarias significativas o recortes en otras áreas porque la inflación se estaba “saliendo de control”.