Por Diego Ore
CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) – Claudia Sheinbaum juró el martes como la primera mujer presidenta de México, tomando las riendas en un momento en que el país lucha contra la violencia del crimen organizado y un fuerte déficit en la segunda economía de América Latina.
Sheinbaum, el científico de 62 años y exalcalde de la Ciudad de México, tomó posesión en una ceremonia en el Congreso de México para un mandato de seis años que durará hasta 2030.
Sus seguidores corearon “¡Presidente! ¡Presidente!” y “¡Viva México!” luego de que Sheinbaum prestara juramento frente a los legisladores.
Los observadores y analistas políticos predicen que Sheinbaum buscará urgentemente calmar a los inversores tras la aprobación de una controvertida reforma judicial impulsada por su predecesor, Andrés Manuel López Obrador.
Los mercados buscarán en Sheinbaum “un marco político y regulatorio predecible y favorable a la inversión”, dijo Alberto Ramos, jefe de investigación económica latinoamericana de Goldman Sachs.
“La gestión disciplinada del presupuesto y de las empresas estatales, el progreso en la seguridad pública y la salvaguardia de la integridad de instituciones clave serán claves para preservar el sentimiento del mercado y las calificaciones de la deuda soberana”, dijo Ramos, enfatizando la importancia de la empresa energética estatal. Petróleos Mexicanos (Pemex).
Las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, el mayor socio comercial de México, podrían aumentar la volatilidad del mercado, especialmente si gana el expresidente Donald Trump, quien ha prometido aumentar los aranceles sobre los productos mexicanos.
El gobierno de Sheinbaum presentará su primer presupuesto antes del 15 de noviembre, el cual se espera que sea muy examinado en busca de pistas sobre si Sheinbaum cumplirá con sus compromisos de reducir el déficit fiscal al 3,5% del producto interno bruto desde el 5,9% que se prevé. cerrar el año.
¿CONTINUIDAD CON EL CAMBIO?
López Obrador, cuyo mandato de seis años comenzó en 2018, logró duplicar el salario mínimo de México, reducir la pobreza y el desempleo, ampliar la base de programas sociales y supervisar un fortalecimiento previo del peso. Promocionar estos éxitos impulsó su popularidad y ayudó a que Sheinbaum, su protegida, obtuviera una victoria aplastante en las elecciones de junio.
Sheinbaum, sin embargo, que ha prometido “continuidad con el cambio”, heredará el mayor déficit presupuestario desde los años 1980 y un crecimiento económico rezagado.
Los expertos han dicho que la economía de México requerirá una reforma fiscal para aumentar los ingresos, aunque Sheinbaum ha dicho públicamente que no planea una reforma fiscal radical.
En cambio, ha dicho que buscará otras opciones, incluida la mejora de la eficiencia de la recaudación de impuestos en las aduanas.
Sheinbaum “tendrá que lograr una importante consolidación fiscal si quiere mantener la visión positiva que los mercados tienen hoy hacia ella”, dijo Bernardo Keiserman, economista del banco de inversión Bradesco BBI.
“Creemos que el gobierno está comprometido con un ajuste, pero lograr uno lo suficientemente importante no será una tarea fácil. La economía está más débil y probablemente se debilitará aún más”, dijo Keiserman.
Recientemente, el banco central recortó su previsión de crecimiento del PIB para este año al 1,5% desde el 2,4% anterior y rebajó su estimación para 2025 al 1,2%.
La administración entrante también heredará una pesada carga financiera de la estatal Pemex, una de las petroleras más endeudadas del mundo.
El nearshoring, la tendencia de las empresas a acercar la producción a su mercado principal, ha ayudado a México a atraer inversiones, pero Sheinbaum enfrentará el desafío de aumentar la inversión extranjera directa mientras implementa la controvertida reforma judicial aprobada en los últimos días de la presidencia de López Obrador.
La reforma judicial, según la cual los jueces serán elegidos por voto popular, ha asustado a los inversores y ha generado críticas del embajador de Estados Unidos en México, quien dijo que amenazaba el Estado de derecho.