BINGHAMTON (WBNG) — Una zapatería ubicada en Binghamton Plaza ha mantenido a sus clientes satisfechos durante más de medio siglo. Y, como el edificio de la plaza está a punto de ser demolido, la tienda dijo que todavía no tiene planes de cerrar.
Tim y Philomena Harris fueron dueños de su propio negocio, “Leather Corner Shoe Repair Shop”, desde 1972. Son un matrimonio y dirigen la tienda juntos.
“Yo solía ir caminando desde la escuela de Harpursvile, originalmente sólo para pasar el rato con su hermana”, dijo Philomena, describiendo cómo conoció a Tim. “Y una de las veces que estuve allí me fijé en él. Y no pensé nada de inmediato, tardó un poco. Empezamos a hablar y a salir y nos casamos al año siguiente”.
Después de casarse, Tim trabajó en tiendas por todo el estado y en la ciudad de Nueva York. Cuando se mudaron de nuevo a Binghamton, la zapatería estaba a punto de cerrar. Fue entonces cuando el dúo decidió comprar la tienda.
Ahora, ambos cuentan con una enorme base de clientes, con clientes fieles de Utica y Cooperstown. Ambos dijeron a 12 News que muchos clientes vienen ahora en busca de parches para colocar en sus chaquetas y chalecos de motociclista.
Con el paso de los años, la reputación de tener un trabajo de calidad a precios asequibles hizo crecer su clientela con clientes que venían de Nueva Jersey y Boston, trayendo bolsas de zapatos que necesitaban reparación.
Un cliente, Kevin Carr, estaba recogiendo un par de sandalias de su esposa que necesitaban reparación.
Carr dijo: “Este es el único lugar en la ciudad donde pueden arreglarlo”.
Pero el mes pasado, la ciudad de Binghamton ganó su batalla del condado por su deseo de promulgar el dominio eminente en Binghamton Plaza. El alcalde de Binghamton, Jared Kraham, calificó la plaza como una “monstruosidad” y dijo que seguirá bajando los valores de las propiedades. Esto podría obligarlos a cerrar su tienda.
“Si eso sucede… Ya sabes, tengo 77 años”, dijo Tim. “Y nadie más va a retomar esto, así que prácticamente está terminado”.
A pesar de esto, Tim y Philomena dijeron que tuvieron suerte con lo que construyeron.
“Creo que podemos decir que hemos tenido mucha suerte”, dijo Philomena. “No se me ocurre otra forma de decirlo. Mucho trabajo duro, venimos todos los días, abrimos de martes a sábado, cerramos los domingos y lunes, y los martes volvemos a las 9 de la mañana”.
Los dos dijeron que estaban increíblemente agradecidos a sus clientes por haber confiado en ellos a lo largo de los años. También dijeron que continuarán con su oficio durante el mayor tiempo posible.
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