En una llamada con inversores el viernes, los ejecutivos del gigante minorista revelaron cómo el negocio se está beneficiando de un efecto volante entre tres tendencias principales.
El primer elemento es la inflación, tanto el impacto duradero de los últimos años como el ligero repunte de las últimas cifras.
Hogares estadounidenses en todos los niveles de ingresos han llegado a Walmart buscando refugio de los altos precios en otros lugares.
“Durante los períodos inflacionarios, queremos intentar ser los últimos en subir”, dijo el director general de Walmart en Estados Unidos, John Furner. “Queremos mantener precios bajos para el cliente tanto tiempo como podamos”.
Y un número cada vez mayor de clientes también optan por comprar online. Más clientes y mayores ventas le dan a Walmart la flexibilidad de reducir el costo relativo de ofrecer bienes y servicios. Eso juega con la segunda tendencia: reducir los costos de cumplimiento del comercio electrónico.
“La densificación ha sido una parte importante de eso”, dijo el director financiero John David Rainey, refiriéndose a la eficiencia de entregar pedidos a más hogares en una ruta determinada.
Furner agregó que otros clientes “bifurcados” hacen cada vez más pedidos en línea para recogerlos en la tienda y luego compran más cuando están en la tienda recogiendo sus productos, y esos costos de cumplimiento son insignificantes.
Luego, Walmart puede reinvertir algunos de esos ahorros en el tercer elemento: recortes de precios. Furner dijo que actualmente hay unos 7.000 artículos con reducciones, o aproximadamente un 45% más que el año pasado por esta misma época.
Esos descuentos (junto con mejoras en el parque de tiendas y un estrategia de comercialización aguda) atraen aún más clientes, dijeron los ejecutivos, y el ciclo se repite.
En conjunto, esa es una receta para ganar (y retener) nuevos clientes, especialmente durante un período de incertidumbre en la economía de consumo.
