Trump ahora es libre de atacar a Michael Cohen, a quien no podría importarle menos

Michael Cohen, un testigo clave de la fiscalía, no mostró ninguna preocupación cuando se le informó del levantamiento de la mordaza.

“Bien”, dijo a Business Insider con tono desafiante.

“Durante los últimos seis años, Donald y sus acólitos han estado haciendo constantes declaraciones negativas sobre mí”, dijo. “La fallida estrategia de Donald de desacreditarme para poder evitar la rendición de cuentas no funcionó entonces y no funcionará ahora”.

Bajo un pedido de cinco páginas Según el juez Juan Merchán de la Corte Suprema de Nueva York, al expresidente se le sigue prohibiendo indefinidamente revelar las identidades de los jurados.

Merchan también mantuvo la mordaza de Trump sobre las declaraciones que atacaban al personal del tribunal y a sus familiares, pero se levantará después de la sentencia de Trump del 11 de julio.

Trump tiene luchó contra la mordaza sin éxito por motivos constitucionales de libertad de expresión desde que se impuso en marzo, dos semanas antes del inicio de un juicio que resultó en la primera condena penal de un expresidente.

Decenas de millones de estadounidenses“Quiero escuchar su opinión sobre el caso”, dijo.

Después de la Condena del 30 de mayolos abogados de Trump agregaron una segunda estrategia, desafiando la mordaza por considerarla no solo inconstitucional sino también discutible.

Los fiscales no se opusieron a levantar la mordaza de Trump sobre los testigos que hablaban mal, pero se opusieron a permitirle atacar a los jurados, o al personal del tribunal y de la fiscalía y sus familias.

Los abogados de Alvin Bragg, fiscal de distrito de Manhattan, señalaron que mientras la sentencia estuviera pendiente, el proceso aún no había concluido.

Sin embargo, “la parte del juicio de estos procedimientos terminó cuando se dictó el veredicto y el jurado fue despedido”, escribió Merchan.

“Si bien sería una firme preferencia de este tribunal extender esas protecciones, el tribunal no puede hacerlo” cuando se trata del jurado, que ya no tiene ningún papel, dijo Merchan.

“Sin embargo, hay pruebas suficientes para justificar la continua preocupación de los jurados”, añadió, afirmando que su orden de protección del 7 de marzo La prohibición de revelar las identidades de los miembros del jurado permaneció en vigor “hasta nueva orden de este Tribunal”.

Esa orden prohíbe la divulgación de los nombres y direcciones de cualquier jurado potencial o jurado.

Los jurados de Trump han permanecido en el anonimato y han sido identificados en público sólo por un número de tres dígitos. Sólo él, sus abogados, fiscales y personal del tribunal saben quiénes son.

La violación de una orden judicial puede resultar en sanciones por desacato al tribunal que incluyen multas y encarcelamiento.

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