Aun así, los procedimientos judiciales en Nueva York —además de una audiencia en Washington, DC, en un caso de interferencia en las elecciones federales el jueves— volvieron a poner el foco en los problemas legales de Trump en el apogeo de la campaña presidencial.
Trump enfrenta hasta cuatro años de prisión, aunque también es posible una condena mucho más corta (o simplemente libertad condicional).
“Esta no es una decisión que este tribunal tome a la ligera, pero es la decisión que, en opinión de este tribunal, mejor promueve los intereses de la justicia”, dijo Merchan, a quien Trump ha acusado con frecuencia de parcialidad, y agregó que el caso tiene un “lugar único en la historia de esta nación”. Pero Merchan también dijo que no es inusual retrasar la sentencia en casos en los que ambas partes están de acuerdo en hacerlo.
El fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, quien presentó el caso, no se opuso a la demora y dejó que el juez decidiera.
“Un jurado de 12 neoyorquinos condenó rápidamente y por unanimidad a Donald Trump por 34 delitos graves”, dijo Danielle Filson, portavoz de Bragg. “La fiscalía de Manhattan está lista para dictar sentencia en la nueva fecha fijada por el tribunal”.
El juez dijo que no habría sido necesario un retraso si se hubiera celebrado la sentencia en julio, fecha que se retrasó como resultado de argumentos adicionales de Trump sobre la inmunidad presidencial. El juez planteó la cuestión después de que la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminara que los expresidentes tienen amplia inmunidad ante cargos penales por conducta oficial en el cargo. Trump también está intentando conseguir que un tribunal federal se haga cargo del caso, aunque hasta ahora sus intentos han sido rechazados.
Después de la audiencia de apelación en el caso Carroll, pero antes del fallo de Merchán, Trump criticó tanto al juez como a Bragg en una conferencia de prensa en Manhattan.
Históricamente, Trump ha sabido convertir sus problemas legales en un grito de guerra, recaudando fondos gracias a cada acusación formal y a su condena en mayo. Sin embargo, desde que Harris se hizo con el liderazgo de la candidatura demócrata, Trump ha ido a la zaga del brazo recaudador de fondos de la vicepresidenta, recaudando 130 millones de dólares en agosto, frente a los 361 millones de Harris.
