Crítica de 'Sus tres hijas': Coon, Lyonne y Olsen sobresalen

Ambientada en un pequeño apartamento de Nueva York donde dos hermanas adultas al borde del distanciamiento esperan el último aliento de su padre, “His Three Daughters”, del guionista y director Azazel Jacobs, no es una farsa. Pero dentro de su ritmo mesurado y melancólico, cuenta con una buena dosis de humor estimulante. Como lo deja exquisitamente claro esta película independiente claustrofóbica (una de las mejores del año), no hay una manera fácil de hacer un duelo previo, especialmente cuando la disfunción es el lenguaje dominante.

Hay una clase magistral de interpretación para saborear, como se podría esperar de un elenco que incluye a Carrie Coon, Elizabeth Olsen y Natasha Lyonne, cada una de ellas en el mejor momento de su carrera. Separadas o juntas, interpretan a la perfección una pieza alternativamente discordante y conmovedora sobre fracturas familiares que, en manos de Jacobs, un veterano de la empatía desconcertante (“Terri”, “The Lovers”), rara vez falla.

Coon es el cántaro de este trío de cámara en el papel de la hermana mayor, Katie, una madre inquieta y controladora con un adolescente problemático (al que nunca vemos, sólo oímos hablar de él) y una personalidad arrolladora. En las sombrías circunstancias de la precaria salud de su padre (a quien vislumbramos brevemente como Jay O. Sanders), Katie mantiene un comentario avinagrado sobre lo que no está bien y lo que siempre molesta, pero también sobre por qué no es su culpa, pero invariablemente será su cruz que cargar.

Aunque es quisquillosa por naturaleza, se lleva bastante bien con Christina (Olsen), también madre casada y la quejosa violinista del conjunto. Christina es la que ha viajado más lejos (costa oeste), pero con su aire etéreo, arrepentido y hippie (tiene esa onda de que la maternidad es un don) parece menos conectada con la realidad de las tensiones que se arremolinan. Casi toda la energía negativa de Katie se dirige hacia su hermanastra drogadicta, Rachel (Lyonne, la cautelosa violinista), la hija adoptiva de papá de su segundo matrimonio.

Katie ve a Rachel como poco más que una holgazana inútil que espera reclamar el apartamento, a pesar de que Rachel había sido la cuidadora residente antes de que las cosas cambiaran. Rachel contraatacará si la acorralan (y la áspera acidez de Lyonne es, como siempre, un placer), pero prefiere encerrarse en su habitación, ahumar su dolor y llevar un registro de sus apuestas deportivas que jugar a ser una hermana/hija obediente, al menos no de una manera que alimente la autoritaria crítica de Katie o la atención diplomática de Christina.

En este escenario vibrante y creíble, todos son tan frágiles que es fácil identificarse con ellos y, al mismo tiempo, soportan su fragilidad de maneras tan únicas (de nuevo, ¡vaya elenco!) que, en cierto sentido, todo lo que Jacobs necesita hacer es dejar que respire lo que está ahí. Pero también sentimos que, en esta terrible finalidad, hay una intimidad sanadora a la vuelta de la esquina, si tan solo se puede encontrar la alineación. Esos destellos de esperanza crean un zumbido de fondo atractivo.

A pesar de tener solo una locación interior, “His Three Daughters” (hábilmente fotografiada por Sam Levy y editada por Jacobs) nunca parece una obra de teatro filmada. Estamos dentro de ella, sintiendo la irresuelta situación del pasado y el presente dentro de estas modestas y habitadas viviendas. La extraña electricidad de la espera se transmite en cada toma, ya sea que tenga a uno, dos o los tres protagonistas en el encuadre.

Hacia el final, cuando se acerca el momento del acercamiento, Jacobs sorprende con un giro inesperado, audaz y un tanto fantasioso, presagiado por una historia que cuenta Christina que revela cómo se sentía su padre, que había enviudado dos veces, sobre la muerte. Es un giro inesperado, sin duda, y parece que no debería funcionar. Pero de alguna manera (porque está escrito de manera tan maravillosa) funciona, y aterriza con afecto y gracia en una descripción de unos días turbulentos y tambaleantes.

'Sus tres hijas'

Clasificación: R, por lenguaje y consumo de drogas

Duración: 1 hora, 43 minutos

Jugando: En estreno limitado; en Netflix el 20 de septiembre

Fuente