Sean “Diddy” Combs pidió el lunes a un juez federal que desestime una demanda de un productor musical que acusó al magnate de la música de un amplio patrón de abuso sexual y otras conductas inapropiadas.
La demanda presentada en febrero por Rodney “Lil Rod” Jones —una de las muchas presentadas contra Combs el año pasado— está plagada de “cuentos fantásticos”, “teatralidades escabrosas”, “acusaciones legalmente sin sentido” y “flagrantes falsedades” cuya única intención es “generar publicidad mediática y explotarla para extraer un acuerdo”, según la moción de desestimación presentada en un tribunal federal de Nueva York.
El caso no logra establecer que Jones tenga legitimidad para demandar, no incluye detalles esenciales como horas y lugares de los incidentes descritos y “no logra hacer una sola reclamación viable”, según la moción.
Ya se habían presentado varias demandas alegando abuso sexual y de otro tipo contra Combs cuando Jones presentó la demanda en febrero, pero las circunstancias que rodean a la estrella del hip-hop se han vuelto más graves desde entonces.
En marzo, redadas simultáneas en los hogares de Combs en Florida y California llevaron a la revelación de que era objeto de una investigación federal criminal por tráfico sexual que está en curso.
Y en mayo, CNN difundió un video de seguridad de un hotel de 2016 en el que se lo veía golpeando, pateando y arrastrando a la cantante de R&B Cassie, que era su protegida y novia de toda la vida en ese momento. El incidente coincidía mucho con la descripción de una demanda que ella presentó en noviembre y que se resolvió al día siguiente, pero que desencadenó un intenso escrutinio sobre Combs.
Unos días después de que se transmitiera el video, Combs publicó un video de disculpa en las redes sociales diciendo que estaba “realmente arrepentido” y que sus acciones eran “inexcusables”.
La extensa demanda de Jones, que también nombra al hijo de Combs y a varios de sus socios comerciales como acusados, describe un año que el magnate de la música pasó en Los Ángeles y Miami en el proceso de producir un álbum en 2022 y 2023.
Jones dice que presenció -y en muchos casos captó en audio- cientos de horas de actividad sexual y de drogas ilegales por parte de Combs y la gente que lo rodeaba. La moción de Combs del lunes dice que está “repleta de historias inverosímiles de mala conducta” pero “contiene muy pocas acusaciones relacionadas con Jones, aparte de una acusación de que Combs no pagó al productor por su trabajo”.
La demanda es un intento de convertir esa disputa comercial en una amplia conspiración criminal dirigida por Combs, sin proporcionar evidencia de ninguna importancia, dice la presentación de Combs.
Jones también alega que Combs intentó prepararlo para tener relaciones sexuales, lo manoseó, lo obligó a solicitar prostitutas y lo presionó para tener relaciones sexuales con ellas.
Pero la moción de los abogados de Combs dice que “Jones no alega los hechos más básicos, como dónde y cuándo ocurrió cualquier supuesta instancia de agresión o qué supuestamente sucedió”, y no proporciona evidencia de que Jones fue coaccionado de una manera que lo convertiría en una víctima.
Associated Press no suele identificar a personas que dicen haber sido abusadas sexualmente a menos que lo hagan públicamente, como lo hicieron Jones y Cassie.
Aparte de lo capturado en el video de seguridad del hotel con Cassie, Combs ha negado ampliamente las acusaciones en las demandas en su contra.
“Quiero ser absolutamente claro: no hice ninguna de las cosas horribles que se alegan”, dijo en una publicación en diciembre.