Revisar: 'Beetlejuice' es deliciosamente caótica y escandalosa en muchos sentidos, lo que la convierte en una secuela adecuada del clásico de culto de 1988. Si bien la película original era pura diversión, esta se esfuerza por igualar su energía y, en gran medida, lo logra con una trama fresca y actuaciones sobresalientes. Se las arregla para preservar el espíritu peculiar de la original y, con alrededor de 100 minutos, ofrece mucho entretenimiento, lo que demuestra que la espera de 36 años valió la pena. Esta vez, el enfoque se centra en Lydia y su hija Astrid, y con un diálogo ingenioso, mantiene una sonrisa en la cara todo el tiempo.
Después de la muerte del padre de Lydia, Charles, la familia Deetz regresa a Winter River. Lydia (Winona Ryder), ahora viuda, se ha convertido en una celebridad menor como presentadora de un programa de televisión paranormal. La vida ha cambiado drásticamente: ahora disfruta de una relación cordial con su madrastra, Delia (Catherine O'Hara). Sin embargo, los recuerdos del intento de Beetlejuice (Michael Keaton) de casarse con ella a la fuerza aún persisten. La vida ha dado un giro completo para Lydia y, al igual que su propia experiencia con su madrastra, es su turno de navegar por una relación complicada con su hija adolescente rebelde, Astrid (Jenna Ortega). Las preocupaciones de Lydia aumentan cuando Astrid descubre la maqueta de la ciudad en el ático y abre accidentalmente el portal del más allá con la ayuda de su novio.
Michael Keaton vuelve a dar en el clavo, retomando su papel icónico con gran estilo. Al igual que en la primera película, aparece en el último momento, pero su humor y arrogancia son absolutamente cautivadores. Es evidente que domina por completo el personaje. Winona Ryder y Jenna Ortega ofrecen actuaciones sólidas como madre e hija, pero es Catherine O'Hara como Delia quien realmente se roba el espectáculo. Su obsesión por sí misma sigue vigente, pero ha evolucionado con la edad. Willem Dafoe como Wolf Jackson y Monica Bellucci como Dolores están perfectamente elegidos para sus papeles.
La película de Tim Burton está diseñada con habilidad para atraer tanto a los fanáticos acérrimos de la original como a una nueva audiencia millennial. Es lo suficientemente fuerte como para disfrutarla como una película independiente. Michael Keaton y Winona Ryder retoman sus papeles con la misma energía que antes, agregando profundidad con nuevos personajes como el esposo de Lydia, Richard, y la ex esposa de Beetlejuice, Dolores. La película presenta todos los elementos clásicos: trajes de rayas blancas y negras, gusanos de arena en stop-motion y fantasmas espeluznantes. Evocando la icónica escena de la cena de Harry Belafonte en el “Día-O” de la original, hay un momento igualmente entretenido ambientado en una iglesia. Esta película no solo provoca risas, sino que también demuestra que, incluso después de todos estos años, la magia de Burton sigue siendo encantadora.