Este horror es un susto sin sabor y una receta para el arrepentimiento.

Historia: Una chef renuncia a su trabajo para abrir un restaurante en una finca aislada, pero sus planes se desmoronan cuando una fuerza inquietante trabaja sin descanso para arruinar todo lo que intenta construir.

Revisar: 'House of Spoils' es un estreno más de Blumhouse, el estudio conocido por el cine de terror. Sólo este año, han tenido cinco lanzamientos y, con tanta frecuencia, la calidad inevitablemente se ve afectada. 'House of Spoils' no es una excepción, ya que deja a los espectadores que buscan escalofríos y emociones genuinas sintiéndose decepcionados. Con elementos de terror usados ​​en exceso como espejos, niños, casas embrujadas y bichos espeluznantes en un segundo plano, esta vez la atención se centra en la comida. La película intenta combinar las ideas centrales de dos series aclamadas, 'The Bear' y 'Boiling Point', bajo la apariencia de terror. Sin embargo, el resultado es una experiencia insulsa que atrae más a los fanáticos de los dramas culinarios que a los entusiastas del terror.

La historia comienza con una chef (Ariana DeBose) que, después de siete años en su restaurante anterior, renuncia y se asocia con Andrés (Arian Moayed) para abrir un establecimiento de alta cocina en un lugar remoto. Al llegar a la finca, se sumerge en los preparativos, pero sus planes se desmoronan rápidamente cuando enfrenta problemas con insectos, infestaciones e ingredientes estropeados. A medida que las condiciones empeoran, una presencia inquietante (el fantasma del antiguo propietario de la propiedad) se suma a sus problemas. Andrés organiza sesiones de degustación para críticos gastronómicos, pero todas terminan en un desastre, erosionando la confianza del chef. Finalmente, Andrés decide reemplazarla con el sous chef como jefe de cocina. Sin embargo, las cosas toman un giro dramático cuando descubre un jardín escondido con ingredientes misteriosos y el cadáver de la bruja en la bodega.

La película alcanza su mejor momento cuando se centra en las luchas del chef (Ariana DeBose, a la que se hace referencia únicamente como 'chef'). Las primeras escenas, que resaltan su determinación de triunfar después de dejar un trabajo estable y sus esfuerzos por hacer realidad su sueño, son atractivas. Su ansiedad por elaborar el menú perfecto parece auténtica y agradable de ver. Sin embargo, una vez que la película pasa al territorio sobrenatural, las cosas empiezan a desmoronarse. La emoción se desvanece rápidamente y las escenas en las que DeBose investiga voces extrañas en el jardín o pregunta a su ayuda local sobre la bruja no logran tener impacto. Al carecer de sobresaltos y momentos escalofriantes, la película finalmente no logra ofrecer verdadero horror.

Ariana DeBose ofrece una actuación convincente como chef, aportando autenticidad a su papel con una interpretación controlada y fundamentada. Sus momentos más destacados se producen durante sus enfrentamientos con Anders y el sous chef. Marton Csokas, interpretando a Marcello, el jefe de cuyo restaurante renuncia el chef, también ofrece una actuación sólida. Sin embargo, el verdadero ladrón de escenas es Arian Moayed como Anders, el socio del chef. Moayed brilla como un restaurador decidido, implacable en su búsqueda de la perfección.

En esencia, la película toca el tema del vínculo con la madre naturaleza, resaltado en la escena en la que el chef se encuentra por primera vez con la bruja. Sin embargo, este concepto está en gran medida ausente a lo largo de la película y sólo se retoma cerca del final. Estrictamente hablando, la película no encaja en el género de terror. Si los creadores se hubieran centrado más en las luchas, los desafíos y el viaje del chef sin depender de los elementos sobrenaturales, podría haber sido más efectivo.

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