Revisar: 'En la tierra de los santos y los pecadores' es un apasionante thriller policial que te mantiene enganchado durante toda su duración. Su éxito radica en una dirección precisa, una cinematografía impactante y unas actuaciones sólidas que retratan vívidamente la Irlanda de 1974, asolada por los esfuerzos del Ejército Republicano Irlandés por acabar con el dominio británico. La película captura hábilmente la atmósfera tensa de un pequeño pueblo al borde de verse afectado por las actividades del IRA, al tiempo que explora la profundidad emocional entre los personajes. Aunque la actuación de Liam Neeson todavía tiene rastros de su personaje de 'Búsqueda implacable', esta vez ofrece una interpretación más contenida y controlada. La película está bien escrita, con matices políticos en capas y un ambiente inquietantemente melancólico.
Ambientada en Irlanda en 1974, la historia sigue a Finbar Murphy (Liam Neeson), un veterano de la Segunda Guerra Mundial que ahora lleva una vida tranquila en su pueblo. Ocasionalmente, trabaja como asesino a sueldo para el jefe del crimen local. Es amigo cercano de Vinnie (Ciaran Hinds), el oficial de policía del pueblo, y a menudo pasan el tiempo juntos jugando a juegos de disparos. La paz se rompe cuando tres miembros del IRA, Doireann (Kerry Condon), Conan (Conor MacNeill) y Seamus (Seamus O'Hara), llegan al pueblo en busca de refugio después de un atentado con coche bomba que mató a seis personas. Cuando Finbar se entera de que Moya, la hija de su amiga Sinead, fue lastimada por Curtis, el hermano de Doireann, decide vengarse. Esto prepara el escenario para un tenso enfrentamiento entre Finbar y Doireann.
La dedicación del director Robert Lorenz a la hora de crear esta película es evidente. Reclutó a un equipo totalmente irlandés para aportar autenticidad a la historia, sin comprometer nunca la trama. Aunque la historia en sí puede resultar familiar, es el estilo y el talento de Lorenz lo que la hace cautivadora. La película se inclina más hacia el drama de desarrollo lento, pero con tan solo 100 minutos de duración, nunca se hace demasiado larga. A pesar de que se anuncia como una película de acción, hay una acción mínima; en cambio, la atmósfera tensa lleva gran parte del peso, apoyada por una banda sonora refrescante y una cinematografía fabulosa.
Liam Neeson se siente como en casa aquí, alejándose de los thrillers de acción estereotipados por los que es conocido y ofreciendo una actuación más creíble, un cambio refrescante. Ciaran Hinds brilla como Vinny, el policía local y amigo de Neeson, aportando calidez al papel. Sin embargo, los verdaderos protagonistas son Jack Gleeson y Kerry Condon. Gleeson impresiona como el compañero de Neeson, con bromas agudas e intercambios ingeniosos que se destacan como puntos destacados. La transformación de Kerry Condon es notable y es casi irreconocible de su papel como Siobhan en 'The Banshees of Inesherin', ya que aquí, interpreta a una antagonista amenazante con un efecto escalofriante.
Se trata de una película reflexiva que, si bien podría haber profundizado más, sigue funcionando a pesar de su trama llena de clichés y te mantiene enganchado. Muchas grandes películas han abordado el IRA y, aunque 'En la tierra de los santos y los pecadores' puede que no alcance su nivel, sigue siendo una experiencia que se puede ver.