Reseña de la película Deliverance: “No hay liberación de esto…”

Película: La liberación (Netflix)
Reparto: Andra Day, Glenn Close, Anthony B. Jenkins, Mo'Nique, Aunjanue Ellis-Taylor, Caleb McLaughlin, Demi Singleton, Anthony B. Jenkins
Director: Lee Daniels
Puntuación: 2/5
Duración: 112 min

La liberación” se basa en la historia real de LaToya Ammons. Ella había afirmado que los demonios eran responsables de los comportamientos violentos dentro de su hogar y que se necesitó un exorcista para limpiar la casa de su desorden profano. Con el objetivo de ser el equivalente negro de 'El exorcista', esta película no es ni aterradora ni emocionante. Es solo un montón de drama sobre una familia disfuncional cuyo encuentro con el diablo los empuja directamente a las manos protectoras de Dios. Lee Daniels, mejor conocido por su éxito de Sundance 'Precious', prueba suerte en el terror con “The Deliverance”, pero el resultado no es ni apropiado ni precioso.

Ambientada en 2011, esta película sigue el modelo establecido por el universo de “El conjuro”. Despojada de todo susto o matiz, la narrativa se vuelve perversamente dramática sobre los esfuerzos de una madre soltera que abusa de sustancias para mantenerse a flote.

Ebony (Audra Day) es una alcohólica en recuperación y madre de tres hijos: Nate (Caleb McLaughlin), Shante (Demi Singleton) y el más joven, Andre (Anthony B. Jenkins). Su ex marido, que está destinado en Irak, no volverá a casa en mucho tiempo y tiene una enorme pila de facturas que pagar. Su madre, Alberta (Close), que vive con ella y es una paciente de cáncer, tampoco le facilita las cosas. Acaban de mudarse y la nueva casa es tan espeluznante que empiezan a ocurrir cosas extrañas.

Las moscas empiezan a aparecer en el sótano, Andre camina dormido y muestra signos de absentismo escolar. Alberta ha dejado de asistir a sus sesiones de quimioterapia por falta de dinero, la trabajadora social Cynthia (Mo'Nique) sigue a Ebony con la esperanza de pillarla con las manos en la masa y se producen más turbulencias similares. Además, siempre hay cierta tensión entre Alberta y Ebony. Cuando las cosas empiezan a ir mal, todos los dedos apuntan hacia Ebony. Nadie le cree cuando jura que no bebe y que algo va mal en su casa. Sólo cuando se encuentra con una pastora se dan cuenta de que viven en una casa embrujada por espíritus malignos, que luego (por supuesto) necesitan ser liberadas del Mal. Al no utilizar la palabra exorcismo, la película probablemente esperaba que se percibiera de forma diferente. Pero no es así.

El guión de David Coggeshall y Elijah Bynum no consigue pasar sin problemas del drama familiar al terror. Los sustos no aparecen durante mucho tiempo. La película se desarrolla más como un drama social y nunca resulta convincente, ni siquiera cuando termina con el exorcismo. La historia de supervivencia de Ebony podría haber sido mucho más interesante si se hubiera profundizado más en ella, pero la narrativa vira hacia el territorio de las películas de serie B con imágenes de violencia inquietante e inexplicable y todo empieza a descontrolarse.

Close se adelanta al resto de actores porque la mayoría de ellos actúan de forma exagerada, sin demasiada emoción ni peso. Sin embargo, el reparto de Close resulta extraño porque la mujer de Indiana “de la vida real” nunca tuvo una mujer blanca como madre. En el papel de la reverenda Bernice James, que se autodenomina apóstol, Aunjuanue Ellis-Taylor parece poco elaborada. Andra Day no consigue despertar simpatía por el personaje que interpreta, los niños tienen personajes poco claros y la trabajadora social es una entidad demasiado anodina como para dejar huella.

Esta película de exorcismo es bastante inepta y carece de convicción. Los clichés relacionados con la cultura abruman cualquier originalidad. El maquillaje está mal hecho y las actuaciones no iluminan realmente la pantalla. No hay nada aquí que atraiga a los fanáticos del terror.

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