Reseña de la película Sus tres hijas: un drama de cámara intensamente cautivador

Película: Sus tres hijas (Netflix)
Reparto: Carrie Coon, Natasha Lyonne, Elizabeth Olsen, Jovan Adepo, Rudy Galvan, Randy Ramos Jr.
Directora: Azazel Jacobs
Puntuación: 3/5
Duración: 101 min

Se trata de una pequeña película de cámara en la que tres personajes ocupan la mayor parte del tiempo en pantalla. Parece más una obra de teatro, pero es lo suficientemente eficaz como para captar la atención de principio a fin.

Se trata básicamente de un drama familiar con tres hermanas, individuos diametralmente diferentes, confinadas en un pequeño espacio discutiendo el pasado y el presente a raíz de la muerte de su padre. condición terminalEl guión explota hábilmente el drama y la emoción a medida que las hermanas convergen, conversan, se critican, se consuelan y confortan mutuamente durante el tiempo que se ven obligadas a pasar juntas mientras su padre se encuentra moribundo.

Los excelentes diálogos y las actuaciones resaltan las diferencias entre las hermanas, tanto en términos de personalidades como de circunstancias. Al principio pueden resultar irritantes y excesivamente verbosas en sus esfuerzos por quitarse de encima la pesada carga acumulada durante años, pero con el tiempo se llega a ver más allá de sus defectos y se entiende de dónde vienen. Se vuelve imposible no simpatizar con cada una de las hermanas mientras se quejan entre sí mientras navegan por su ira y su dolor ante la sensación de pérdida que están empezando a experimentar.

Katie (Carrie Coon), la mayor, una madre de Brooklyn, siente la necesidad de tomar el control. Está constantemente discutiendo planes y está a favor de asegurar que se firme pronto una orden de no resucitar. Rachel (Natasha Lyonne), que ha sido la cuidadora de papá, pasa la mayor parte de su tiempo jugando cuando no está drogada. No planifica con anticipación. Christina (Elizabeth Olsen), la hermana de fuera de la ciudad, está más interesada en hablar de su hija constantemente y hacer yoga en la sala de estar. Vincent (Jay O. Sanders) es el que está al borde de la muerte, siendo cuidado por el trabajador del hospicio Angel (Rudy Galvan). A veces también se la ve tratando de consolar a las tres mujeres mientras se preparan para despedirse de su padre. El conflicto es desenfrenado mientras las hermanas intentan negociar sus diferencias.

El guión de Jacobs se va alejando poco a poco de los clichés genéricos establecidos para captar la verdadera esencia de las tres mujeres y comprender cómo cada una de ellas lucha contra las etiquetas de las que ha estado luchando por liberarse. Como dice Katie: “Nadie me dejará ser otra persona”.

El escenario es un espacio confinado y simboliza la caja de la que cada uno de ellos lucha por salir. Con un gran diálogo, drama y emoción, la película te hace pensar y reflexionar sobre el comportamiento humano y cómo tendemos a etiquetar y encasillar a las personas, negándoles su individualidad.

A medida que el personaje de cada hermana va tomando forma, el drama entre ellas se vuelve cada vez más interesante y matizado. Esta película logra capturar la imprevisibilidad que conlleva el hecho de que un ser querido esté al borde de la muerte. Jacobs confía en que sus actrices cumplan con su deber y las tres logran hacer su mejor trabajo en esta película. Esta película puede parecer una historia simple sobre la muerte y la agonía que experimentan los seres queridos, pero en realidad es mucho más compleja, cambia de forma a lo largo del camino y se convierte en una montaña rusa emocional muy perceptiva que resume un período difícil al tiempo que brinda una valiosa perspectiva sobre cómo se comportan los miembros de la familia cuando surgen situaciones tan drásticas que alteran la vida.

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