Convertirse en padre es un cambio de vida. El tercer poemario de Raymond Antrobus, “Señales, música”, capta esta transformación al tiempo que transmite su propia transición hacia la paternidad.
El libro se divide entre el antes y el después, pasando de la esperanza y la inquietud de traer una nueva vida al mundo al insomnio y la perspectiva cambiada de ser un nuevo padre.
Antrobus ofrece visiones de su infancia mientras piensa en su padre y se pregunta qué efecto podría tener en su propia crianza. Revela su culpa cuando le pasa responsabilidades a su pareja. Escribe poemas delicados y sencillos que reflejan la alegría de su bebé al descubrir las maravillas de la vida. Y emplea uno de los motivos favoritos de la literatura, el pájaro, con un efecto gratificante.
De madre inglesa y padre jamaiquino, Antrobus y sus escritos provienen de un lugar de colonialismo, legado y estándares poco prácticos, donde los estudiantes sordos son evaluados “por lo que no pueden decir en lugar de por lo que pueden”, como dice durante una poderosa recitación. Destacado en su página web.
Desde Oklahoma hasta Londres, del hebreo al sánscrito, de la Biblia King James a El poema del narciso de William WordsworthEl entorno y el contexto añaden dimensiones enteras a la colección.
El arte es lo que uno hace de él, y hay muchas maneras de interpretar la colección de Antrobus, empezando por el título. Empecé a leer el libro con una comprensión superficial, suponiendo que “signos” se refería a las señales de la paternidad inminente y “música”, al resultado festivo. Pero muy pronto, el significado literal cobra prominencia: signos utilizados para la comunicación, como en el lenguaje de señas británico, y sonidos que transmiten melodía y evocan sentimientos.
Mi poema favorito es el último, en gran parte porque termina con el verso “Señales, música”, que cierra el círculo y vuelve al título. Al hacerlo, Antrobus recontextualiza la colección, profundizando aún más su significado al colocar todo en una nueva perspectiva.
Con menos de 100 páginas, “Señales, música” parece una lectura rápida, pero me encontré releyendo y disfrutando de mis líneas favoritas. Antrobus es un intérprete en vivo asombroso de su poesía, en parte debido a su lirismo y musicalidad que te obligan a bajar el ritmo y disfrutar de los sonidos.
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