Algunos misterios médicos no tienen respuestas

Una semana después de cumplir 52 años, Tom Scocca se cayó mientras intentaba tomar un tren en una estación de metro de la ciudad de Nueva York; sus piernas simplemente se rindieron, explica en un ensayo en Nueva York. Pronto empezó a experimentar una serie de síntomas misteriosos: hormigueo y entumecimiento en las extremidades, hinchazón de manos y pies, rigidez en los dedos, opresión en el pecho, dificultad para respirar. Fue al médico y no obtuvo respuestas; fue a un montón de especialistas y la falta de respuestas continuó. Prueba tras prueba salió normal (con la excepción de su prueba de sangre que dio positivo para inflamación general), pero sus síntomas continuaron empeorando o, en algunos casos, cambiando: la hinchazón mejoró, por ejemplo, pero su capacidad para hacer ejercicio disminuyó hasta el punto de que apenas podía llevar una bolsa de arroz a casa desde el mercado. Una enfermera descubrió que la lectura de su oxímetro de pulso era baja, pero aún así no hubo respuestas.

Scocca contrajo COVID-19 después de evitarlo durante tres años, tras lo cual aparecieron nuevos síntomas y los existentes empeoraron. Pasó más tiempo en cama, bajó de peso precipitadamente, dejó de salir de casa. Finalmente, después de que una prueba descubriera que el nivel de creatina quinasa (un marcador de degradación muscular) de su cuerpo estaba por las nubes, fue al hospital. Sin embargo, el misterio persistió y, aunque se descubrieron cosas nuevas (una hernia, un hígado más grande de lo normal), ninguna de ellas parecía ofrecer un diagnóstico firme. Después de que se descubrieron problemas de tiroides y se realizó una biopsia muscular, Scocca fue tratado con esteroides y pudo salir del hospital; sus síntomas disminuyeron apenas un poco. Pero en el momento en que escribió el ensayo, todavía no tenía respuestas más allá de algún tipo de enfermedad autoinmune. “Desprecio esas historias en las que un escritor te cuenta todo sobre un misterio durante miles de palabras y luego no te da la solución”, escribe, pero “la medicina no ha resuelto realmente el problema del cuerpo que se ataca a sí mismo”. Lea su historia completa aquí. (O leer más resúmenes extensos.)



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