El presidente Joe Biden habla en la sede de United Steel Workers en Pittsburgh el 17 de abril. (Nate Smallwood/Bloomberg News)
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se está preparando para bloquear la adquisición de United States Steel Corp. por parte de Nippon Steel Corp. por 14.100 millones de dólares, según personas familiarizadas con el asunto.
El acuerdo propuesto ha sido objeto de revisión por parte del Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos y Biden planea eliminarlo tan pronto como la decisión del CFIUS llegue a su escritorio, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas porque la medida aún no se ha anunciado. Se podría tomar una decisión tan pronto como esta semana, dijeron.
Las acciones de US Steel cerraron cotizando un 17,5% menos el 4 de septiembre. El Washington Post informó anteriormente sobre el plan de Biden.
El acuerdo propuesto ha desatado una polémica en pleno año electoral en el estado clave de Pensilvania, donde tiene su sede US Steel. El CFIUS aún no ha comunicado su recomendación al presidente, dijo un funcionario de la Casa Blanca.
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Cualquier intento de bloquear el acuerdo podría potencialmente ser objeto de litigio.
Biden ha prometido desde hace tiempo que US Steel, una emblemática empresa estadounidense con sede en Pittsburgh, debería seguir siendo de propiedad y gestión nacional, una postura con la que también se alineó la vicepresidenta Kamala Harris, candidata presidencial demócrata. Harris anunció su postura en un evento del Día del Trabajo en Pittsburgh el 2 de septiembre.
El republicano Donald Trump, su oponente en las elecciones de noviembre, había prometido abiertamente bloquear el acuerdo si era elegido para la Casa Blanca.
Hay pocos precedentes de esta medida. Los defensores de la oferta de Nippon Steel dicen que Estados Unidos no debería rechazar una oferta de una empresa con sede en un país aliado como Japón, en particular una que podría crear una entidad conjunta con escala para competir con China.
Si el acuerdo se bloquea con éxito, el destino de US Steel no está claro. La empresa advirtió el 4 de septiembre que no completar el acuerdo pondría en peligro miles de puestos de trabajo y obligaría a la empresa a abandonar algunos de sus antiguos altos hornos sindicalizados, incluso en Pensilvania, e incluso podría trasladar su sede desde Pittsburgh.
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