Científicos de varias instituciones chinas han presentado una nueva batería nuclear ultracompacta que tiene el potencial de reemplazar las fuentes de energía existentes que se utilizan en la tecnología cotidiana.
Alimentada con americio, esta nueva batería alcanza una eficiencia de conversión de energía hasta 8.000 veces mayor que los modelos anteriores, lo que sugiere que algún día podría servir como sustituto de las baterías de litio convencionales.
Estas fuentes de energía micronuclear generan electricidad utilizando la desintegración radiactiva de radioisótopos, produciendo energía a pequeña escala que generalmente se mide en nanovatios o microvatios. A diferencia de las baterías químicas, su vida útil depende de la vida media del radioisótopo utilizado. El americio, específicamente los isótopos 241Am y 243Am, ofrece vidas operativas que se extienden a lo largo de varias décadas, lo que sugiere que podría proporcionar una solución energética a largo plazo.
exploración del espacio profundo
Las baterías micronucleares tradicionales se han enfrentado a problemas de baja eficiencia energética debido a una grave autoadsorción durante la desintegración alfa. Para abordar esta cuestión, el equipo de investigación chino ha desarrollado una arquitectura novedosa que incorpora 243Am en un polímero de coordinación de lantánidos luminiscentes.
Al combinar este nuevo diseño con una celda fotovoltaica para convertir la autoluminiscencia en electricidad, la batería micronuclear radiofotovoltaica logra una eficiencia de conversión de energía del 0,889%, entregando 139 microvatios por curie. Aunque la producción de energía sigue siendo pequeña, el potencial para un suministro de energía a largo plazo sin mantenimiento es considerable.
La resiliencia de esta batería es digna de mención, ya que la desintegración radiactiva se mantiene constante independientemente de factores ambientales como la temperatura o la presión. Esta estabilidad garantiza una fuente de energía confiable en condiciones difíciles.
La tecnología aún se encuentra en sus primeras etapas y requiere un mayor desarrollo antes de que sea factible su adopción generalizada. Sin embargo, el equipo sugiere que las aplicaciones iniciales de la batería nuclear a base de americio podrían apuntar a dispositivos pequeños y remotos, particularmente en la exploración del espacio profundo, donde reemplazar las baterías convencionales no es práctico.
Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista. Naturaleza.