El director ejecutivo de Telegram, Pavel Durov, se defendió el jueves en sus primeros comentarios públicos desde que fue Acusado en Francia la semana pasada por “complicidad” con actividades delictivas que ocurren en la popular aplicación de mensajería.
Durov argumentó en una publicación en Telegram que la “práctica establecida” cuando un país no está satisfecho con un servicio de Internet es emprender acciones legales contra la empresa, no contra el director ejecutivo.
“Utilizar leyes de la era anterior a los teléfonos inteligentes para acusar a un director ejecutivo de delitos cometidos por terceros en la plataforma que administra es un enfoque equivocado”, escribió.
“Desarrollar tecnología ya es bastante difícil”, continuó. “Ningún innovador creará nunca nuevas herramientas si sabe que puede ser considerado personalmente responsable del posible abuso de esas herramientas”.
El fundador y director ejecutivo de Telegram, acusado de no responder a las solicitudes de información de las fuerzas del orden, también sugirió que las autoridades francesas tenían numerosas formas de comunicarse con él y que se podía contactar con su empresa a través de su representante en la Unión Europea (UE).
“Nos hemos comprometido a colaborar con los reguladores para encontrar el equilibrio adecuado (entre privacidad y seguridad)”, añadió Durov. “Sí, defendemos nuestros principios: nuestra experiencia está determinada por nuestra misión de proteger a nuestros usuarios en regímenes autoritarios. Pero siempre hemos estado abiertos al diálogo”.
Sin embargo, también reconoció que Telegram no es perfecto.
“Escuchamos voces que dicen que no es suficiente”, dijo Durov. “El aumento abrupto del número de usuarios de Telegram a 950 millones provocó problemas crecientes que facilitaron a los delincuentes el abuso de nuestra plataforma. Es por eso que me propuse como objetivo personal asegurarme de que mejoráramos significativamente las cosas en este sentido”.
Durov fue Detenido en el aeropuerto de París-Le Bourget El mes pasado fue interrogado durante varios días por las autoridades francesas. La semana pasada, un juez francés lo acusó formalmente y lo liberaron tras pagar una fianza de cinco millones de euros (unos 5,5 millones de dólares).
Se le acusa de “complicidad” en la administración de una plataforma en línea que permite la distribución de material de abuso sexual infantil, transacciones ilícitas, lavado de dinero, fraude organizado y tráfico de drogas.
