La NASA debe estar troleando con la última estimación del costo de su torre de lanzamiento SLS
Agrandar / Los equipos del Programa de Sistemas Terrestres de Exploración de la NASA y el contratista principal Bechtel National, Inc. continúan la construcción en la base de la plataforma para el nuevo lanzador móvil en el Centro Espacial Kennedy en Florida el miércoles 24 de abril de 2024.

NASA/Isaac Watson

Los problemas de la NASA con la torre de lanzamiento móvil que soportará una versión más grande de su cohete Space Launch System están empeorando en lugar de mejorar.

De acuerdo a Un nuevo informe Según los datos del inspector general de la NASA, el coste estimado de la torre, que es un poco más alta que la longitud de un campo de fútbol americano con sus zonas de anotación, es ahora de 2.700 millones de dólares. Ese coste es casi el doble de lo que se necesitó para construir la estructura más grande del mundo, el Burj Khalifa, que es siete veces más alto.

Se trata de una notable explosión de costes, ya que, hace solo cinco años, la NASA adjudicó un contrato a la firma de ingeniería Bechtel para construir y entregar un segundo lanzador móvil (ML-2) por 383 millones de dólares, con fecha de vencimiento en marzo de 2023. Ese plazo llegó y pasó sin que Bechtel apenas empezara a cortar metal.

Según los cálculos de la propia NASA, el coste del proyecto de la torre asciende actualmente a 1.800 millones de dólares y su fecha de entrega es septiembre de 2027. Sin embargo, el nuevo informe, publicado el lunes, concluye que la estimación de la NASA es probablemente demasiado conservadora. “Nuestro análisis indica que los costes podrían ser incluso más altos debido en parte a la importante cantidad de obras que quedan por hacer”, afirma el informe, firmado por el inspector general adjunto George A. Scott.

Un cohete más grande, una torre más grande

La NASA encargó la construcción de la torre de lanzamiento (por orden expresa del Congreso de los Estados Unidos) para dar soporte a una versión más grande del cohete Space Launch System, conocido como Bloque 1B. Este combina la etapa central existente del cohete con una segunda etapa más grande y más potente, conocida como Etapa Superior de Exploración, que está siendo desarrollada por Boeing.

La agencia espacial espera utilizar esta versión más grande del cohete SLS a partir de la misión Artemis IV, que tiene como objetivo poner en órbita alrededor de la Luna tanto una nave espacial tripulada Orion como un elemento del Lunar Gateway. Esta será la segunda vez que los astronautas aterricen en la superficie lunar como parte del Programa Artemis. La misión Artemis IV tiene una fecha de lanzamiento nominal de 2028, pero el nuevo informe confirma la suposición generalizada en la comunidad espacial de que esa fecha es inviable.

Para fijar una fecha de lanzamiento para esta misión en 2028, la NASA dijo que necesita tener la torre ML-2 completada para noviembre de 2026. Tanto la NASA como el nuevo informe coinciden en que hay un cero por ciento de posibilidades de que esto suceda. En consecuencia, si la misión Artemis IV utiliza la versión mejorada del cohete SLS, es casi seguro que no se lanzará hasta mediados de 2029 como muy pronto.

¿Por qué han aumentado tanto los costos y los retrasos? Una de las razones que cita el informe es que Bechtel sigue subestimando el alcance y la complejidad del proyecto.

“Bechtel subestimó enormemente la cantidad de horas de trabajo necesarias para completar el proyecto ML-2 y, como resultado, ha incurrido en más horas de trabajo de las previstas. Desde mayo de 2022 hasta enero de 2024, las horas extra estimadas se duplicaron hasta casi 850.000 horas, lo que refleja los intentos de la empresa de cumplir con los objetivos del cronograma de la NASA.

Es difícil exigir cuentas a Bechtel

Una de las principales conclusiones del nuevo informe es que la NASA parece tener bastantes limitaciones en lo que puede hacer para motivar a Bechtel a construir la torre de lanzamiento móvil más rápidamente o a un precio más razonable. El mecanismo de contratación de costo más margen otorga a la agencia espacial una influencia limitada sobre el contratista más allá de retener los honorarios de adjudicación. El informe señala que la NASA ha declinado ejercer una opción para convertir el contrato en un mecanismo de precio fijo.

“Aunque la opción oficialmente sigue estando incluida en el contrato, los funcionarios de la NASA nos informaron que no tienen intención de solicitar una propuesta de precio fijo a Bechtel”, afirma el informe. “El programa (Exploration Ground Systems) y la dirección del proyecto ML-2 nos dijeron que suponen que Bechtel probablemente presentaría una propuesta de costes muy superiores a la capacidad presupuestaria de la NASA para tener en cuenta el riesgo adicional que conlleva un contrato de precio fijo”.

En otras palabras, dado que la NASA inicialmente no exigió un contrato de precio fijo, ahora parece que cualquier oferta de Bechtel haría un agujero total en el presupuesto anual de la agencia.

Los crecientes costos de la torre de lanzamiento móvil ya han sido motivo de frustración para el administrador de la NASA, Bill Nelson. En 2022, después de que las estimaciones de costos para la estructura ML-2 se acercaran a los mil millones de dólares, Nelson arremetió contra el mecanismo de costo adicional durante su testimonio ante el Congreso de Estados Unidos.

“Creo que ese es el plan que puede aportarnos todo el valor de la competencia”, dijo Nelson sobre los contratos a precio fijo. “Se logra con ese espíritu competitivo. Se logra que el trabajo sea más barato, y eso nos permite alejarnos de lo que nos ha afectado en el pasado, que es un contrato de costo más margen, y pasar a un precio contractual existente”.

La plaga continúa propagándose.

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