Jessica Klein
GRAMOColocar extensiones de pestañas puede ser un proceso incómodo, que implica recostarse en una cama con cinta adhesiva debajo de los ojos durante dos horas. El director de tecnología, Nathan Harding, cofundó Luum Lash cuando se dio cuenta de que se podía mejorar mediante el uso de robots. Luum cambia los instrumentos de aplicación afilados por herramientas de plástico con punta blanda, utiliza un mecanismo de seguridad para desconectar los instrumentos de la máquina antes de que pinchen al cliente y emplea el aprendizaje automático para aplicar las pestañas de manera más eficiente y precisa. Una cita que suele durar de dos a tres horas lleva una hora y media con Luum. Los artistas de Luum Lash, que trabajan principalmente en el Lash Lab en Oakland, California, pueden ver “hasta cuatro veces más clientes” diariamente, ya que podrían operar sin el robot, dice el director ejecutivo Jo Lawson. Hasta ahora, Luum ha aplicado más de 160.000 extensiones de pestañas, cobrando 170 dólares por un juego completo. Luum ha obtenido 51 patentes en 25 países y planea lanzarse en la tienda Westfield Valley Fair Store de Nordstrom en California en noviembre.
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