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Roula Khalaf, editora del FT, selecciona sus historias favoritas en este boletín semanal.
Llegar tarde a una tendencia de inversión candente nunca es barato. Así lo ha demostrado Siemens. El conglomerado alemán está desembolsando unos 10 mil millones de dólares para Altair, valorando al fabricante estadounidense de software industrial en casi 70 veces el ebitda esperado para este año. Derrochar dinero rara vez es la receta para una adquisición exitosa. Pero este acuerdo podría resultar beneficioso para los inversores de Siemens si conduce a un reajuste mayor.
El alto precio de Altair refleja su escasez. Es uno de los cada vez menos activos en un mercado que se consolida rápidamente. A principios de este año, Synopsis anunció el Adquisición de Ansys por 35.000 millones de dólaresmientras Cadence compró Beta por 1.240 millones de dólares. Eso ayuda a explicar por qué Altair cotizaba a 58 veces el ebitda antes de que se filtrara el posible acuerdo.
Una mirada más cercana a las perspectivas de Altair debería mitigar (aunque no erradicar) las preocupaciones sobre la valoración.
El software industrial es un punto de crecimiento. Fabricar cosas, ya sean auriculares, relojes, automóviles o refrigeradores, solía ser una cuestión de tuercas y tornillos. A medida que los productos se han vuelto más complejos y los datos más abundantes, los fabricantes ahora quieren construir primero un “gemelo digital” y simular cómo funcionará en diferentes circunstancias: cuando el producto está caliente o se usa mucho. Este es el servicio que brindan las empresas de software industrial.
Este acuerdo es una de esas raras ocasiones en las que el concepto de 'sinergias de ingresos de venta cruzada' no debería hacer que los inversores huyan inmediatamente, a pesar de la jerga retorcida. Siemens tiene muchos clientes de software, pero carecía de capacidades muy específicas en simulación mecánica y electromagnética que tiene Altair. Al menos conceptualmente, el conglomerado debería poder ahora vender a sus clientes un producto más completo.
Sin embargo, Siemens está haciendo algunas suposiciones heroicas. Sumando los recortes de costos de 150 millones de dólares y las sinergias de ingresos discutidas de 500 millones de dólares (sobre el margen actual de Altair), se obtienen 260 millones de dólares de ebitda adicional, o 1,8 veces el pronóstico para este año. Se mire como se mire, Altair es una compra cara.
Pero los inversores de Siemens podrían encontrar útil la adquisición. Su problema clave es que, excluyendo la participación del 75 por ciento del conglomerado en Siemens Healthineers (el fabricante de equipos médicos escindido en 2018), el grupo cotiza con un descuento de aproximadamente el 30 por ciento frente a sus pares, considera Nicholas Green de Bernstein.
Agregar áreas centrales de crecimiento, como el software, podría ayudar a reducir esto, especialmente si las adquisiciones se financian mediante la venta de otros activos. Siemens ya ha azotado a Innomotics, su división de grandes motores, por 3.500 millones de dólares. Ha sugerido que podría vender el 5 por ciento de Healthineers para gestionar el apalancamiento. Si la apuesta de Altair lleva al grupo a ordenar su estructura corporativa, los inversores serán generosos al juzgar sus méritos.