Sin vecinos detractores: caballos vivos se suman a la primera jornada de clases de anatomía de los estudiantes de veterinaria en Hungría

BUDAPEST, Hungría — Un salón de conferencias lleno de estudiantes de veterinaria de primer año en Hungría tomó ansiosos sus lugares para la primera lección de anatomía animal de sus carreras académicas, cuando dos caballos adultos entraron y se unieron a la clase.

El rector de la Universidad de Medicina Veterinaria de Budapest, el Dr. Péter Sótonyi, hizo subir a uno de los animales a un escalón en la parte delantera de la sala y utilizó una tiza para dibujar en el caballo, desde la cabeza hasta los cascos, dónde se podían encontrar sus huesos, órganos y músculos en el interior.

“Esta es su primera lección y la primera vez debería ser con un animal vivo”, dijo Sótonyi sobre sus estudiantes. “No deberían encontrarse primero con un cadáver, porque quieren curar a los animales. Quieren que los animales mejoren”.

Sótonyi ha utilizado este método único para introducir a los estudiantes a la anatomía animal durante aproximadamente 25 años y está convencido de que les ayuda a involucrarse más directamente con el tema que estudiar únicamente a través de libros, gráficos y modelos.

Los caballos, dijo, que son “animales particularmente inteligentes y honorables”, son especialmente adecuados para esta tarea.

“Es un animal grande y se pueden mostrar muchas cosas con él, y la gente se queda tan sorprendida que el caballo entra en el aula y sube al podio. Esto inmediatamente motiva mucho a los estudiantes”, dijo.

Los caballos, proporcionados a la universidad cada año por la policía de Budapest, permanecieron tranquilos durante toda la conferencia, alentados por ocasionales obsequios de terrones de azúcar.

Además de marcar el cuerpo del animal con tiza y lápices de aceite de colores, Sótonyi sostuvo piezas de un modelo de esqueleto de caballo en sus ubicaciones correspondientes para proporcionar una representación visual más clara de la anatomía del caballo.

Aproximadamente a la mitad de la lección de una hora de duración, Sótonyi demostró la estructura oral de uno de los animales, metiendo la mano dentro de su boca para agarrar su larga lengua, y recibiendo a cambio un suave mordisco del caballo.

“¿Qué te pasa hoy?”, le preguntó al caballo, provocando la risa de los estudiantes, muchos de los cuales se pusieron de pie para ver mejor y tomaron fotografías con sus teléfonos.

Después de la conferencia no hubo caras largas ni quejas de los vecinos, sino una sala llena de futuros veterinarios entusiasmados. Noémi Tamaska, de 19 años, dijo que le pareció que la conferencia con caballos vivos fue útil para retener la información en el futuro.

“Para mí fue muy importante poder ver en un animal vivo cómo está formado el sistema esquelético”, afirmó. “Creo que es más fácil de imaginar, especialmente para las personas con orientación visual”.

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