Los HONGOS pueden impulsar maquinaria y conducir vehículos, mostrando un sentido de orientación similar al humano.
Y los científicos están ansiosos por ver qué más pueden hacer.
Un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Cornell y de la Universidad de Florencia puso a prueba este hongo cerebral.
Pusieron un ejemplar de la variedad conocida comúnmente como hongo ostra rey al mando de un par de robots.
Uno era un vehículo rodante de cuatro ruedas, mientras que el otro era un dispositivo inspirado en una estrella de mar que pulsaba y se movía en el suelo.
Entonces, ¿cómo exactamente hace un hongo, incapaz de pensar conscientemente, para pilotear un robot?
La clave está en el micelio, la red de filamentos largos y ramificados que normalmente se esconde debajo de la tierra.
Estas hebras se abren paso a través del suelo en busca de recursos, y el micelio de varias especies cuenta con una actividad transmembrana paralela a las señales de nuestro cerebro.
Los investigadores alimentaron el micelio con luz ultravioleta para desencadenar la actividad eléctrica en el trapos.
Aunque la luz no es necesaria para el crecimiento del micelio, desencadena la fase de fructificación en los hongos y la liberación de moléculas de señalización.
Los investigadores aplicaron algoritmos basados en señales extracelulares, cuyos resultados luego ingresaron en una unidad de microcontrolador.
Sus hallazgos fueron: publicado la semana pasada en la revista Science Robotics – y los científicos creen que tienen grandes implicaciones.
“Muchos biohíbridos robots “Están alimentados por células animales o vegetales, que son sensibles a procedimientos de cultivo específicos y están limitadas a una vida útil corta”, escribieron los autores.
“Por el contrario, los hongos se pueden cultivar fácilmente y son resistentes en condiciones extremas”.
Los robots biohíbridos son entidades en parte vivas y en parte sintéticas.
Aunque una entidad de estas características aún no ha salido del ámbito del laboratorio, existe un creciente interés en este campo.
Los investigadores de Caltech, por ejemplo, están diseñando medusas robóticas biohíbridas que pueden explorar el océano en lugar de los humanos.
De manera similar, los científicos han examinado formas de utilizar cucarachas medio vivas y medio diseñadas para buscar sobrevivientes humanos entre los escombros.
Más allá de la innovación en el campo de la robótica, existe una aplicación práctica de la tecnología.
Los científicos demostraron la capacidad de aprovechar los impulsos del hongo y dirigirlos para impulsar maquinaria.
Se pueden desarrollar mecanismos similares para responder a señales ambientales cambiantes y suministrar nutrientes o pesticidas al suelo.
Un sistema de detección de este tipo podría responder a niveles crecientes de contaminantes o incluso reaccionar a cambios en nuestros cuerpos.
Robots biohíbridos: una visión general
Los robots biohíbridos combinan sistemas biológicos y artificiales, como tejidos vivos con robótica, para crear máquinas que aprovechan las fortalezas de ambos mundos.
Estos robots pretenden combinar la adaptabilidad y eficiencia de los sistemas biológicos con la precisión y funcionalidad de los sistemas robóticos.
Algunos biohíbridos utilizan componentes vivos, como células musculares, para controlar o impulsar elementos robóticos. Por ejemplo, los investigadores han desarrollado robots con tejido muscular que puede contraerse y moverse en respuesta a estímulos eléctricos, lo que permite movimientos más naturales y flexibles.
Otro enfoque consiste en crear interfaces entre tejidos biológicos y componentes sintéticos, como sensores o actuadores, lo que permite al robot aprovechar señales o reacciones biológicas para controlar sus acciones.
Otros robots biohíbridos están diseñados para imitar organismos biológicos. Pueden utilizar principios observados en la naturaleza, como la forma en que se propulsa una medusa, para crear sistemas robóticos más eficientes o adaptables.
Las aplicaciones de los robots biohíbridos son diversas y van desde dispositivos médicos y prótesis hasta monitoreo y exploración ambiental.
Los biohíbridos se pueden utilizar para crear prótesis más realistas que se integren mejor con el tejido humano o para desarrollar robots que puedan navegar en entornos delicados con mayor destreza.