Una especie de PEZ se examina en el espejo antes de decidir si luchar, en lo que los científicos llaman el primer ejemplo de autoconciencia animal.
El pez limpiador de rayas azules es originario de las aguas de Japón y África Oriental.
El diminuto pez no crece más de 10 centímetros de largo, pero ocupa un nicho único en el mar.
Los grupos de lábridos operan “estaciones de limpieza” donde prestan servicio a otros peces, o “clientes”, comiéndose los parásitos de sus cuerpos.
Y una nueva investigación muestra que este notable pez podría exhibir un nivel de inteligencia humano.
Un equipo de investigadores de la Universidad Metropolitana de Osaka descubrió que los peces miran su reflejo en un espejo antes de decidir si atacar a adversarios más grandes o más pequeños que ellos.
Los resultados, publicados en Scientific Reports, indican que los peces intentan predecir el resultado de una pelea comparando su tamaño corporal con el de sus rivales.
Los investigadores dicen que es la primera vez que un animal no humano ha mostrado evidencia de estados mentales como imagen corporal, intenciones y objetivos.
Todos estos son elementos de la autoconciencia privada, o la capacidad de comprender y percibir sus emociones y pensamientos.
Y este no es el primer encuentro de los investigadores con información sospechosa.
El año pasado, descubrieron que el pez limpiador podía identificar fotografías de sí mismo.
El investigador Masanori Koda describió a los peces como seres que tienen “una especie de autoconciencia para reconocerse a sí mismos”.
A los peces se les mostraron imágenes de ellos mismos que habían sido alteradas para que manchas que representaban parásitos colorearan sus gargantas.
Después de ver las fotografías, los peces se frotaron la garganta contra la arena y otros objetos como si intentaran eliminar los parásitos.
A los peces se les mostraron cuatro tipos de fotografías, incluidas imágenes de sus caras superpuestas a los cuerpos de otros peces. Cuando aparecían sus caras, los peces no atacaban.
Y eso no es todo: un estudio anterior demostró que los peces podían reconocerse en un espejo.
Al principio, el lábrido intentó luchar contra el espejo, pensando erróneamente que era un rival.
Sin embargo, el comportamiento cesó después de que el pez nadó boca abajo frente al espejo y vio cómo su reflejo copiaba las maniobras.
Esta evidencia, sumada al último estudio, indica que el lábrido posee una inteligencia de nivel superior.
Más allá de reconocer su propia apariencia, el comportamiento que indica que el pez estaba tratando de predecir el resultado de una pelea demuestra una comprensión similar a la humana.
Y los investigadores creen que sus hallazgos tienen implicaciones para la ciencia en general.
“Los resultados de que los peces pueden usar el espejo como herramienta pueden ayudar a aclarar las similitudes entre la autoconciencia de los animales humanos y no humanos y proporcionar pistas importantes para dilucidar cómo ha evolucionado la autoconciencia”, dijo la Escuela de Posgrado de OMU Ciencia El estudiante Taiga Kobayashi dijo.
¿Qué es el pez limpiador bluestreak?
El pez limpiador azul (Labroides dimidiatus) es un pez pequeño y colorido que se encuentra comúnmente en los arrecifes de coral de la región del Indo-Pacífico.
Es famoso por su papel como “pez limpiador”, lo que significa que se alimenta de parásitos y piel muerta de otros peces.
Se ha observado que los peces operan “estaciones de limpieza” donde llaman a otros peces agitando sus cuerpos.
La especie tiene una coloración distintiva de azul y negro con una franja azul prominente que recorre su cuerpo. Los científicos creen que esta franja horizontal indica a otros peces que son “limpiadores”.
Al atraer a peces más grandes para que los limpien, los lábridos limpiadores obtienen una comida: un ejemplo de una relación mutualista en la que ambas partes se benefician.
Su comportamiento de limpieza también es crucial para mantener la salud del ecosistema del arrecife.